Justicia y Memoria. Responsable: Inés García Holgado

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Lugar: Buenos Aires, Argentina

Dedicado a los luchadores en la guerra civil española y en la postguerra en defensa de un mundo mejor, aquellos que defendieron un gobierno legítimamente constituído. A través de estos tres blog difundiré testimonios que forman parte de nuestra memoria histórica, escritos sobre los derechos humanos en la Argentina , en España, en Latinoamericana, experiencias del exilio y sobre todo aquello en lo que pueda ayudar a través de la palabra escrita en pos de luchar contra el silencio y el olvido que se cierne sobre la sociedad española de hoy. autorizaron a su publicación. Inés García Holgado

jueves, 16 de junio de 2011

Más de 1.200 firmas para frenar las ayudas a la Academia de Historia


Público, 14/06/2011 - 15 Junio 2011 Asociaciones de memoria histórica y particulares piden que la institución responsable del Diccionario Biográfico devuelva la subvención









PATRICIA CAMPELO Madrid



Ciudadanos a título personal e integrantes de asociaciones y colectivos que trabajan por la memoria histórica han firmado un escrito de protesta contra el Diccionario Biográfico Español que presentarán el jueves a mediodía en el Ministerio de Educación. La petición principal es la denegación de ayudas públicas a la Real Academia de la Historia (RAH).



La Asociación de Descendientes del Exilio, impulsora de la iniciativa, tiene previsto entregar en el registro del Ministerio este escrito, suscrito por más de 1.320 personas con sus correspondientes DNI. Además de tratar de frenar las ayudas públicas a la RAH, exigen “que se devuelvan las subvenciones a la Academia de la Historia si no se retiran esas biografías y otras que pudieran incurrir en la falsificación histórica, tanto en la edición escrita como en la digital”.



La asociación que preside Ludivina García, recoge firmas desde que Público pusiera de manifiesto las entradas más polémicas del Diccionario, el pasado 28 de mayo.”Aún nos están llegando correos con más firmas”, ha explicado García.



El diccionario ha suscitado polémica por algunas de las biografías que incluye, como la de Francisco Franco, escrita por Luis Suárez, quien afirma que el general “montó un régimen autoritario pero no totalitario”. Sobre el autor de la polémica entrada indican que se trata de un “historiador vinculado a la Fundación Francisco Franco y presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos”.



Los firmantesse sienten “indignados y ultrajados por las interpretaciones históricas referentes al criminal Franco”



Indignación



En el escrito, los firmantes suscriben sentirse “indignados y ultrajados por las interpretaciones históricas referentes al criminal Francisco Franco y otros militares sublevados que justifican el odio o la violencia contra personas y enaltecen y justifican los delitos contra los derechos humanos”.



La petición impulsada por los descendientes del exilio español ha sido secundada por firmas como la de Carmen Negrín, nieta de Juan Negrín, de quien el diccionario de la RAH dice que fue un dictador, José María Pedreño, presidente de Foros por la Memoria, Fausto Canales, hijo de un republicano enterrado en el Valle de los Caídos y numerosas víctimas que forman parte de la Plataforma contra la Impunidad del franquismo o de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.



También han secundado la iniciativa historiadores como Gabriel Jackson, Ángel Viñas y Mirta Nuñez, víctimas de los campos nazis y familiares del General Miaja, entre otros muchos.



Tras registrar su escrito de protesta, representantes de la asociación acudirán al Congreso de los Diputados para presentar una copia del mismo en su Registro.



El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se reunió ayer con el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes, al que le reiteró la necesidad de que se revisen y, en su caso, se corrijan de inmediato las entradas del Diccionario Biográfico Español que carecen de rigor histórico.



La RAH ha publicado los 25 primeros tomos de una obra que ha costado 5,8 millones de euros de dinero público.



http://www.publico.es/381907/mas-de-1-200-firmas-para-frenar-las-ayudas-a-la-academia-de-historia































El Foro por la Memoria en tu zona »

domingo, 12 de junio de 2011

"Lo que ha sucedido hace mucho daño a la Historia" ( El Periódico de Aragón - 03/06/2011 )

Foro para la Memoria exhumará dos guerrilleros muertos tras la guerra civil ( El Periódico de Aragón - 08/06/2011 )

viernes, 10 de junio de 2011

Diario de un soldado fusilado


El Progreso, 09/06/2011 - 10 Junio 2011 Ese diario fue el culpable de que a las cinco de la mañana del 10 de mayo de 1937 fuese fusilado en A Coruña













L.A.R. / El Progreso (Monforte)



Al final lo consiguió, aunque de forma indirecta. Faustino Vázquez Carril era un soldado monfortino de reemplazo del Parque de Artillería de A Coruña que fue desplazado en los primeros días de agosto de 1936, en el inicio de la Guerra Civil, con las columnas gallegas hacia Oviedo. Faustino era un joven como tantos otros de aquellos años, formado en el colegio de los Escolapios, pero al que le gustaba escribir y que tuvo la idea de redactar un diario de campaña con el deseo de verlo en algún momento publicado.



Ese diario fue el culpable de que a las cinco de la mañana del 10 de mayo de 1937 fuese fusilado en Punta Herminia, en A Coruña, tras ser condenado a muerte por sentencia de un consejo de guerra, pero también ha sido la causa para que Emilio Grandío Seoane (A Coruña, 1967), profesor titular del Departamento de Historia Contemporánea y de América de la Universidad de Santiago de Compostela haya recuperado lo escrito por Vázquez Carril durante los primeros meses de la contienda bélica en un libro titulado ‘Las columnas gallegas hacia Oviedo. Diario bélico de la Guerra Civil española (1936-1937)’, presentado en la tarde de ayer en la galería Sargadelos.



La obra se compone de dos partes complementarias. En la primera se pretende una aproximación a lo que supuso en los primeros meses de aquella guerra el desplazamiento con carácter urgente de varios miles de soldados y voluntarios desde los cuarteles gallegos con el objetivo de «liberar lo antes posible del asedio» al Oviedo del sublevado general Aranda.



En la segunda se transcribe el manuscrito titulado ‘Apuntes de mi blok’ , donde Faustino Vázquez relata sus experiencias y expone sus ideas. El abogado monfortino José Antonio Cardelle ayudó al autor del libro a indagar en la vida del protagonista de ese diario. Cardelle dijo que sus pensamientos eran anticlericales y que simpatizaba con la izquierda republicana de la época. Asimismo, señaló que ha sabido que, no contrario al ejército, se mostraba muy crítico con buena parte de los mandos alzados contra la República, especialmente contra Franco.



El autor de ‘Las columnas gallegas hacia Oviedo. Diario bélico de la Guerra Civil española (1936-1937)’, gracias a la ayuda de José Antonio Cardelle, al que nombra en varias ocasiones en sus páginas, hace un recorrido por todo lo escuchado y visto por Faustino Vázquez del 20 de julio de 1936, momento en el que sale de Monforte, donde estaba de permiso y es movilizado, hasta el hallazgo de su diario en los primeros días de 1937, cuando el destino no jugó a su favor.



En su libreta, su ‘blok’, y en papeles anexos que redactaba a lápiz conservados en el Archivo Militar de Ferrol aún se puede ver el barro de los campos de batalla asturianos. El destino quiso que fuesen hallados en el Hospital de A Coruña.







INVESTIGACIÓN



Peluquero y amante de la lectura



José Antonio Cardelle ayudó a Emilio Grandío a la hora de que en su libro apareciesen referencias al autor del diario de guerra, para que el lector supiese de quién se trataba. Cardelle, tras una intensa investigación, supo que Faustino Vázquez era el sexto de los hijos de un matrimonio formado por un vecino de Baamorto y una mujer de Fiolleda que vivían en el número 28 de la Rúa Santa Clara de la ciudad del Cabe y que después de dejar los estudios a los quince años había compaginado un trabajo de oficial de peluquería con su afición por la lectura y la escritura hasta que decide ingresar en el Ejército.



El diario El Combate



El investigador llegó a saber que el protagonista del libro intentó ser periodista, en concreto en el diario monfortino El Combate, pero que fue rechazado por sus «duros conceptos» y «alusiones molestas».



http://elprogreso.galiciae.com/nova/94232.html

miércoles, 8 de junio de 2011

Anuncian una querella por apología del franquismo en el Diccionario Biográfico


El Plural, 03/junio/2011 - 4 Junio 2011 Decir que Franco “montó un régimen autoritario pero no totalitario”, conculca “derechos fundamentales” y contraviene la ley de Memoria









Un grupo de personas, entre profesores universitarios, profesionales liberales y represaliados por el franquismo, todos ellos de Granada, han anunciado que ultiman una querella por la apología del franquismo que, entienden, hace el Diccionario Biográfico editado por la Real Academia de la Historia. Emilio García-Weydeman, profesor de Lengua española de la Universidad de Granada y uno de los promotores de la iniciativa, ha explicado a EFE que la querella, que los servicios jurídicos ultiman, será presentada ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).



Ha indicado que el colectivo denunciante también pondrá los hechos en conocimiento de la Fiscalía Superior de Andalucía por si considera oportuno abrir una investigación de oficio.



Contrario a la ley de Memoria



Según la fuente, el Diccionario Biográfico, que afirma entre otras cosas que Francisco Franco “montó un régimen autoritario pero no totalitario”, conculca “derechos fundamentales”, dado que la ley de Memoria Histórica prohíbe la apología del franquismo y, en su opinión, esto lo es. “Vamos a reclamar la tutela efectiva del derecho que como ciudadanos tenemos a que no se pisotee una ley”, ha explicado el profesor universitario.



Restitución del erario



Con la querella también se pretende restituir el gasto con cargo al erario público que haya supuesto la publicación de este Diccionario Biográfico editado por la Real Academia de la Historia.



Grupo en Facebook



A juicio del colectivo que secunda esta iniciativa, que según García-Weydeman surgió a raíz de la creación de un grupo en la red social Facebook contra el Diccionario Biográfico, el contenido de éste es “un insulto a la inteligencia” y una falta de respeto a la memoria de los represaliados.



http://www.elplural.com/politica/anuncian-una-querella-por-apologia-del-franquismo-en-el-diccionario-biografico/

La Brigada Lincoln: los héroes ocultos de América


Anna Grau. Fronterad /Rebelión, - 5 Junio 2011 En su día el FBI les etiquetó de “antifascistas prematuros”













Decenas de historias personales duermen en los archivos de la Brigada Lincoln que se guardan en la Biblioteca Tamiment de la Universidad de Nueva York. Pero es un triángulo de las Bermudas de la desmemoria. Para muchos estadounidenses de la calle los “lincolns” no existen. O solo existen como súcubos de un inframundo comunista irreal, contra los que quizás se cometió algún atropello histórico, pero a saber qué habrían hecho si les hubieran dejado. En su día el FBI les etiquetó de “antifascistas prematuros”, chocante baldón que con muy contadas excepciones inhabilitaba para obtener ningún puesto militar de rango en la Segunda Guerra Mundial, o ni siquiera para servir en ella. No se entiende la tenaz resistencia que, vistos desde fuera y sin prejuicios, encarnan la quintaesencia más mítica de lo americano. La vocación de salvar el mundo



Bill Bailey tenía 24 años el día de verano de 1935 en que subió a bordo del Bremen, un barco alemán anclado en el puerto de Nueva York. Con su larga y apuesta humanidad disfrazada de esmoquin parecía de buena familia de Manhattan o por lo menos el rey del mundo, en lugar del hijo de sufridísimos inmigrantes irlandeses, marino mercante y comunista heterodoxo que era. Había estado a punto de darse de baja del partido porque él nunca aguantó el ordeno y mando de nadie, pero un viaje como marino a la Italia de Mussolini le hizo desistir en el último minuto de romper el carnet. Entre una cosa y otra Bill Bailey estaba absolutamente decidido a cumplir una misión, y esta misión era arrancar la bandera con la esvástica que ondeaba en lo alto del mástil del Bremen. Así lo hizo. La insignia nazi se fue gloriosamente de cabeza al río Hudson. Aunque luego, volver a bajar del mástil, no fuera lo que se dice un camino de rosas. Hubo que pelear primero con la tripulación alemana y luego con la policía americana y pasar cierto tiempo en el calabozo.



Dos años después Bill Bailey se encontraba en España. Se había alistado en las Brigadas Internacionales junto con otros 2.799 voluntarios norteamericanos que combatieron contra Franco y en defensa de la República. Él luchó durante dieciocho meses en el cada vez más diezmado batallón que por una lógica más propagandística que militar acabaría llamándose la Brigada Abraham Lincoln. En Belchite, Bailey logró arrebatar una bandera franquista al enemigo. Orgulloso la firmó y la mandó de recuerdo al sindicato de los marinos en San Francisco.



Al volver de España, Bill Bailey retomó sus actividades sindicales. Llegó a ser una leyenda viva para la marinería norteamericana por acciones tales como enfrentarse a las autoridades que, en plena Segunda Guerra Mundial, querían denegarle el permiso para volver a embarcar —es decir, que condenaban a morirse de hambre— a un marino japonés-americano, nacido en Hawaii (como Obama), porque tenía “antecedentes criminales”. Tales antecedentes consistían en haber robado de niño la bicicleta de un vecino (sus padres eran demasiado pobres para comprarle una), bicicleta que devolvió tras darse una ansiada vuelta en ella.



Bailey embistió como un toro al tribunal: les desafió a fusilar sin más dilación al marino hawaiano-nipón si de verdad tenían pruebas de que era un agente antiamericano al servicio de Tokio. Pero, de no tener esas pruebas, les conminó ferozmente a restituirle intactos todos sus derechos. Él, Bailey, se hacía personalmente responsable de sus acciones. En esta ocasión los inquisidores se amedrentaron y retrocedieron.



En 1988, Bill Bailey regresó a España a cumplir un encargo delicado: llevar a Belchite las cenizas de otro Lincoln, su gran amigo y compañero de trinchera Bill McCarthy. Curioso apellido, es cierto, para alguien que en el fondo de su corazón nunca tuvo muy claro si quería ser comunista o cura. Mientras se lo pensaba, McCarthy se encontró haciendo la guerra y comprobando hasta qué punto la realidad desafía al idealismo: “Llegué a España lleno de verdadero fervor revolucionario. Iba a parar el fascismo. Pero en nada estaba agarrando a mi mejor amigo, quien tenía una bala en el estómago. Traté de rezar un avemaría pero no logré acordarme. Simplemente estaba allí, tratando de mantener las tripas de mi amigo dentro de su cuerpo”.



“Tantos muchachos extraordinarios murieron allí. Me habría gustado ser uno de ellos”, le susurró con una pena indecible Bill McCarthy a Bill Bailey en el hospital de California donde se moría. Y Bill Bailey le contestó a Bill McCarthy: “Conseguimos marcar la diferencia, amigo. Acuérdate de España”. Tanto se acordaba McCarthy que le pidió a su amigo que, una vez muerto, le llevara de vuelta allí. Que le devolviera a la tierra que hace inmortales a los que pelearon por ella, según escribiría Ernest Hemingway en el segundo aniversario de la batalla del Jarama: “Porque nuestros muertos forman ahora parte de la tierra de España y la tierra de España no puede morir nunca. Cada invierno parece que muere pero cada primavera renace. Y con ella nuestros muertos vivirán para siempre”.



Llovía y hacía frío el 25 de abril de 1988, un día poco propicio para pasear por el Belchite fantasma que la guerra dejó tras de sí. A Bill Bailey se le ocurrió que podía haber esparcido las cenizas de su amigo al aire, dejar “que fueran la lluvia y el viento las que las mezclaran con la tierra de España”; pero en seguida rechazó la idea. Decidió que Bill McCarthy se merecía una morada de descanso permanente más elaborada. Entonces se puso a escarbar con sus grandes manos de marino la postrera trinchera para el camarada caído. Con dos palos recogidos en el suelo armó una pequeña cruz. De ella colgó una etiqueta plastificada con el nombre de McCarthy y su identificación como voluntario de la Brigada Lincoln. Y musitó: “No más promesas, Bill; no más promesas”.



Bill Bailey murió en 1995 también en California, donde pasó sus últimos años viviendo solo en un cobertizo de los que las autoridades habían construido para las víctimas de los terremotos. Nunca salió de pobre. Ni olvidó el hambre que llegó a pasar en plena caza de brujas en Estados Unidos, cuando muchos que como él habían combatido en España se vieron abocados al paro forzoso —ya se ocupaba el FBI de que nadie les quisiera dar trabajo—, cuando no a la persecución política directa. Y eso que Bailey acabó siguiendo su primer impulso y saliéndose definitiva e irreversiblemente del Partido Comunista norteamericano en 1956, cuando trascendieron las atrocidades de Stalin.



En su último viaje a España en los años ochenta a Bill Bailey le pidieron aparecer en un documental sobre la guerra. Aceptó encantado, para encontrarse con un problema absurdo: él quería que le filmaran en la cota 666 de la Sierra de Pandols, en su día defendida heroicamente por las Brigadas Internacionales, llevando una bandera republicana en la mano. Pero, ¿dónde encontrar una bandera republicana en la España de los 80? Ahí te quiero ver. En el equipo de producción del documental no tenían ni idea y esto sumió a Bill Bailey en una honda melancolía. Hasta que se le ocurrió asomarse por la ventana de la habitación de su hotel y quedó boquiabierto. Era Primero de Mayo. Bañaba las calles de Madrid un río de banderas rojas. Y entre ellas, como un salto mortal del corazón, divisó el inolvidable destello rojigualdo y púrpura. Una chica muy joven, casi una adolescente, lo hacía ondear.



Bill Bailey bajó a la calle como un rayo. Se arrojó a la manifestación. Luchó a brazo partido por no perder a la chica de la bandera republicana entre la multitud. Parecía tan pequeña y tan frágil. Bill se abría camino como en los buenos tiempos del Bremen, con el cuerpo unas cuantas décadas más gastado, pero con el alma igual de terca. Alcanzó a la chica. Trató de explicarle para qué necesitaba aquella bandera. Pero la chica no se la quería dar. No le conocía de nada y además no entendía ni torta de lo que aquel extranjero alto y largo, de ojos extravagantemente azules y nariz de patata irlandesa, peroraba a pleno pulmón.



Por aquello de la caballerosidad española (¿te está molestando este viejo, guapa?) intervino un chico. Resulto que este sí hablaba inglés. Bill Bailey redobló sus esfuerzos comunicativos para darse de bruces con otro cuello de botella: el chico pillaba las palabras, pero no el tema. No había oído hablar en su vida ni de la Sierra Pandols ni de las Brigadas Internacionales. ¿En serio? ¿No sabéis quiénes fuimos ni lo que hicimos?, preguntó Bailey, sobrecogido de incredulidad y de espanto.



Hasta que cayó, vamos a suponer que del cielo, una señora algo más mayor que aunaba un cierto don de lenguas con ciertos conocimientos de Historia. Esta mujer por fin comprendió lo que Bailey se esforzaba por explicar y se le contó a la chica. Y ésta, dominando por fin el miedo —no todas las ignorancias son atrevidas— dio primero un pasito, luego otro, dudó todavía un poco más y por fin soltó la bandera republicana. Bill Bailey la cogió y lloró como un niño.



Alvah Bessie, un intelectual en el barro



No todo el mundo tiene presente que muchos exbrigadistas internacionales le retiraron el saludo y hasta la consideración de ser humano a Ernest Hemingway después de que escribiera Por quién doblan las campanas. Y es que la que para muchos ha quedado como la gran epopeya de los lincolns en España fue recibida por algunos de ellos como un insulto. Eso se debe a que la novela ataca al alto mando comunista y a los comisarios políticos de las Brigadas Internacionales, denunciando los abusos de autoridad y de poder de los que también hablaría George Orwell en su Homenaje a Cataluña, pero que pocos brigadistas conocieron de primera mano. Aunque sobre todo influyó el tipo de brigadista elegido por Hemingway para protagonizar su historia.



La mayoría de los lincolns era gente socialmente muy sencilla. La brigada americana se nutrió sobre todo de hijos de inmigrantes castigados por la dureza de la Gran Depresión, obreros rasos, gente del pueblo llano en el sentido más literal. Muchos no habían viajado nunca al extranjero hasta que se embarcaron para la guerra. Hubo quien mandó a casa fotos de una “fabulosa piscina” que no era otra cosa que la fuente de la plaza de España de Barcelona. En la práctica pocos lincolns se reconocían en Robert Jordan, el héroe hemingwayano que en la película interpreta Gary Cooper, y que es un profesor universitario de buena familia republicana. Un rebelde bien educado.



Aunque por supuesto había excepciones. Alvah Bessie —curiosamente uno de los que más se enfadarían con Hemingway— era una. Formado en la selecta Universidad de Columbia, precoz traductor al inglés de poesía de vanguardia francesa, novelista, periodista y guionista (llegó a ser candidato a un Oscar por Objetivo Birmania), su comunismo era una construcción mental, un lujo del espíritu, que Bessie trató de convertir en acción directa alistándose en las Brigadas Internacionales.



De aquella experiencia quedó un testimonio autobiográfico, Men in Battle, menos famoso que la novela de Hemingway, pero que en más de una ocasión la supera en valor literario, en intensidad de la experiencia del autor y en el impactante contraste entre la sofisticación de su mente y la crudeza de lo que le rodea. Es la experiencia de un intelectual que se ha tirado al barro.



En sus escritos y crónicas (trabajó en la prensa interna oficial de las brigadas), Bessie se revela como un narrador extraordinario. Por ejemplo cuando describe el conmovedor heroísmo de los lincolns, utilizados una y otra vez como inexperta carne de cañón a la que le tocaban todas las misiones y todas las resistencias suicidas. La eficacia de su pluma se desploma en cambio cuando trata de explicar la otra cara de la moneda (las cobardías que también hubo, el descorazonador goteo de deserciones…) recurriendo antes a lo político que a lo humano. Cuando trata de cuadrar la realidad y sus paradojas a martillazos ideológicos.



Este tipo de autolimitación mental lastró el despegue literario de Alvah Bessie después de la guerra, aunque no tanto como la persecución de que fue objeto por parte del Comité de Actividades Antiamericanas. Ellos iban a por él y él les salió al encuentro como quien se estrella contra un muro. Fue uno de los famosos Diez de Hollywood represaliados, en su caso hasta el punto de pasar diez meses en la cárcel y de no volver a trabajar jamás en el cine. Al salir de prisión tuvo que ganarse la vida llevando las luces y el sonido de un club nocturno de San Francisco. En 1965 escribió un libro sobre la inquisición padecida y en 1975 otro basado en un viaje de madurez a España, titulado Spain again. Murió en 1985 en California.



John Leopold Simon, con el FBI en los talones



Para muchos brigadistas el tiempo que pasaron en España fue el más interesante de su vida. Pero a nosotros a veces nos puede atraer más lo que les ocurrió antes y después. Es por ejemplo el caso de John Leopold Simon, alias William Alexander —era frecuente que los lincolns se alistaran con nombres falsos; conviene no olvidar que en los pasaportes americanos de la época ponía “no válido para viajar a España”—, cuyo caso constituye un retrato robot de los métodos del FBI para espiar a los ciudadanos de su país que se salen por la tangente de la época.



El FBI abre su primera ficha sobre John Leopold Simon en fecha tan temprana como el 11 de febrero de 1937. El número de su expediente es el 62-1236 AG y lleva el elocuente epígrafe de “actividades antifascistas”. Dice el expediente que el 5 de febrero de este año determinado abogado de Philadelphia (al que no se identifica) informa que una de sus clientas le ha llamado para decirle que su hijo John Leopold ha salido de casa a las siete y media de la mañana, primero con la excusa de ir a una entrevista de trabajo a Nueva York, finalmente admitiendo que en realidad partía para España en calidad de médico de campaña. Del joven se sabe que tiene 24 años, que está estudiando tercer curso de Medicina en Jefferson College y que nunca hasta ahora había “dado problemas”, aún teniendo una inequívoca “inclinación radical”. La madre y su abogado querían saber si era posible hacer alguna gestión que impidiera a John Leopold salir de Estados Unidos.

Historiador, autor de ´El holocausto español´


Paul Preston: ´Con la memoria histórica la gente busca justicia´



"La herida sigue viva, aunque no estoy tan seguro de que esté tan abierta como se dice en la prensa o como interesa a ciertos políticos"











Paul Preston abelardo comes





Diez años ha invertido Paul Preston (Liverpool, 1946) en el libro ´El holocausto español´, que lleva el clarificador subtítulo de ´Odio y exterminio en la guerra civil y después´. Las 150 páginas de bibliografía son el reflejo de una labor que a punto estuvo de, dice, echarle de su propia casa. En esta obra, Preston pretende mostrar el sufrimiento en esa época tanto de la derecha como de la izquierda



ANDRÉS MONTES
A CORUÑA –¿Cuánto tiempo hay detrás de este libro y cuál ha sido el proceso?

–El libro me costo más de diez años y tiene su arranque en mi tesis doctoral, en la que indagaba ya sobre los orígenes de la guerra. Siempre mantuve el interés por lo que ocurrió en la contienda y, a lo largo de los años, fui haciendo libros sobre distintos aspectos, aunque la curiosidad en torno a lo que les ocurrió a los civiles en la retaguardia se iba incrementando. En 1987 publiqué un libro cuyo título versaba sobre la memoria histórica. Y a finales de los noventa se produjo lo que yo denomino el ´auge de los nietos´. Empecé a comprar casi todo lo que salía sobre este asunto y la cantidad de libros que junté casi me echa de mi propia casa. Entonces tomé la decisión de que para hablar con autoridad había que abordar lo ocurrido en las dos zonas, en la franquista y en la republicana, lo que incrementó muchísimo el trabajo. Esto es una síntesis de libros publicados, de husmear en documentos, de hablar con gente... Utilicé todos los métodos a mi alcance.

–Usted manifiesta que su intención es llegar a la raíz de aquel odio fratricida que estalló en la Guerra Civil.

–Di por terminado el libro cuando consideré que había contestado ya a las preguntas que me había hecho al principio. Las causas de ese odio eran las tremendas injusticias sociales que constituían la nota dominante de la vida en España a comienzos de los años treinta y que se arrastraban desde hace siglos. Con la República hubo un intento de cambiar esa situación, algo que los sectores sociales que habían sacado más beneficio de ella no estaban dispuestos a tolerar. El hambre lleva a la gente a la desesperación y eso puede explicar el odio que estalla en la guerra.

–La de la Guerra Civil es una herida que no se cierra y sigue provocando un fuerte encono social.

–La herida sigue viva, aunque no estoy tan seguro de que esté tan abierta como se dice en la prensa o como interesa a ciertos políticos, porque el paso del tiempo soluciona estas cosas. Los que empezaron la guerra, los militares y sus aliados, cometieron grandes atrocidades que trataron de justificar con la mitología de las dos Españas, la de los espanoles reales y verídicos y la antiespaña dominada por Moscú y los judíos. Durante toda la dictadura nunca hubo el más mínimo intento de reconciliación. Franco quería tener a los españoles divididos en vencedores y vencidos. Con la muerte de Franco ese control desaparece. El esfuerzo de quienes quieren recuperar a sus familiares se ha descalificado como un intento de remover las cenizas, cuando esa gente lo único que quiere es conocer el paradero de sus seres queridos: buscan justicia, no venganza; pero eso incomoda a mucha gente y resulta útil para algunos que agitan de nuevo el fantasma de la guerra.

–Usted identifica en el libro dos maneras de llevar a cabo ese ataque contra la población civil, una de cada bando.

–Existen inmensas diferencias entre lo que ocurrió en cada bando. La primera, la numérica. Los muertos a manos de los franquistas son, como mínimo, tres veces más. En zona republicana el número de víctimas se encuentra en torno a las 50.000, mientras en zona rebelde deben rondar los 150.000. Lo que nos va a llevar a otra diferencia, que es la de la intencionalidad. En la zona rebelde y después, durante la dictadura, las autoridades alentaban las matanzas, mientras que en la zona republicana los responsables trataban de evitar esas atrocidades.

–Se refiere a la matanza de Paracuellos como la peor atrocidad del bando republicano y eso se vincula con Carrillo.

–Decir de Paracuellos "Carrillo es responsable" es insostenible porque había muchos responsables en todo ese proceso. Pero él es un elemento clave en todo eso y resulta absurda su afirmación de todos estos años de que no sabía nada. Es absolutamente evidente que lo sabía porque recibía informes diarios de lo que estaba pasando.

–¿Desentrañar lo que ocurrió en la Guerra Civil contribuye a restañar esa herida?

–Esa es mi esperanza. Espero que este libro contribuya a la reconciliación, porque tratar desde la misma óptica moral a los dos bandos confío que contribuya a mostrar que hubo sufrimiento en ambos lados y que los que lo padecieron eran españoles, sin ninguno de los adjetivos que les colocó la retórica de las dos Españas.

viernes, 3 de junio de 2011

Retirar simbología franquista, condición previa de IU ( El Periódico Extremadura - 31/05/2011 )

Historia sesgada


Editorial
02/06/2011 - 00:00h



Sinde pide que se revise la polémica biografía de Franco No es frecuente que dos ministros, en este caso los de Educación y Cultura, reclamen a una institución –la Real Academia de la Historia– que revise una de sus obras más ambiciosas: el flamante Diccionario Biográfico Español, que cuenta 43.000 entradas. Pero eso es lo que acaba de ocurrir. El motivo de esta petición es el tono ideológicamente sesgado de no pocas de las entradas, en especial las referidas a figuras relacionadas con la Guerra Civil. En esta obra, que ha costado 5,8 millones de euros al erario, el general Franco recibe un tratamiento casi hagiográfico, la represión franquista en Almendralejo, con sus mil fusilamientos, se describe como una "normalización" de la vida ciudadana, y el 23-F es recordado como "un suceso".







La historia de cualquier país presenta viejas heridas. Pero es tarea de todos los ciudadanos responsables contribuir a cicatrizarlas. Es de suponer que en la Academia de la Historia, y también entre sus colaboradores, abundan este tipo de ciudadanos. En especial ahora, cuando queda ya lejos la era hegemónica de los historiadores franquistas, o la de los más afectos al bando republicano, y disponemos de autores con clara vocación de objetividad. Por eso es lamentable este paso atrás, que pone en entredicho el fruto de un gran esfuerzo colectivo y, sobre todo, el tino de los directores de la obra, capaces de encargar la entrada del general Franco a un autor de confianza de la fundación controlada por la familia del dictador

La familia de Miguel Hernández presentó un incidente de nulidad de actuaciones frente al rechazo de la solicitud de revisión de la resolución franquista. La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo volverá a tener sobre la mesa el próximo 15 de junio la posible anulación de la sentencia del Consejo de Guerra Permanente número 5 de Madrid que el 18 de enero de 1940 condenó al poeta oriolano Miguel Hernández.

jueves, 2 de junio de 2011

Aumenta la indignación de las víctimas ante el Diccionario


- 2 Junio 2011 Un colectivo ha convocado para hoy una concentración ante la sede de la Real Academia de la Historia para mostrar el rechazo a la polémica obra









PATRICIA CAMPELO Madrid 02/06/2011



La Plataforma contra la Impunidad del franquismo, que lleva un año manifestándose en la Puerta del Sol cada jueves pidiendo justicia para las víctimas, exige “una clara rectificación pública” del nuevo Diccionario Biográfico Español.



Desde el “más absoluto rechazo” a la obra de la Real Academia de la Historia (RAH), que ha costado 6,4 millones de euros de dinero público, solicitan la retirada de los 25 primeros tomos del Diccionario y la paralización de los 25 restantes “hasta que no se modifiquen las entradas relacionadas con la memoria histórica que han sido manipuladas”, han indicado a Público.es.



Como muestra del rechazo a la obra que define a Francisco Franco como un militar de “incomparable valor”, la Plataforma —que este jueves 2 de junio celebra 55 semanas de reivindicaciones en la madrileña plaza— ha convocado una concentración frente a la sede de la Real Academia de la Historia, en la calle del León, a partir de las 20:00 horas.



Antes, como hacen cada jueves, pedirán “verdad, justicia y reparación”, en un acto en la Puerta del Sol que contará con la presencia de la escritora Almudena Grandes.



La Plataforma ha convocado este jueves una concentración de protesta frente a la sede de la Academia de Historia



En la misma línea se ha expresado el Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, que ha hecho un llamamiento a “toda institución oficial y democrática” para que se “abstenga de adquirir ni uno solo” del “carísimo” Diccionario hasta su rectificación “científica y objetiva”.



En un comunicado, el coordinador del citado colectivo, Matías Alonso, critica las biografías recogidas en dicha obra sobre Manuel Azaña, realizada por Carlos Seco, que sostiene que el Gobierno del socialista Juan Negrín fue “prácticamente dictatorial”.



La Plataforma contra la Impunidad, que aglutina a particulares, grupos y entidades de diversa índole, considera que la obra de la RAH es “un insulto a las víctimas del franquismo y a toda la democracia española, que parece estar en manos de herederos directos de la dictadura”.



Como ejemplo de estos “herederos” sitúan al responsable de la entrada de Franco en el Diccionario, Luis Suárez, de quien recuerdan que es un historiador “vinculado a la Fundación Francisco Franco que preside la Hermandad del Valle de los Caídos”.



El colectivo pone el énfasis en la situación de “desamparo y olvido institucional de las víctimas del franquismo”, algo que, a su juicio, “requiere urgentes medidas políticas, jurídicas y éticas” hacia los “represaliados, torturados y asesinados por la dictadura”. Por ello, creen que es necesario que la historia se cuente “objetivamente” y no se siga “mintiendo”.



Por último, exigen responsabilidades a las personas que han redactado los textos, y a quienes los encargaron y revisaron, ya que consideran “intolerable” que se hayan destinado 6,4 millones de euros a una obra “que ensucia la historia de todos los españoles y españolas”.



Firmas contra el Diccionario



La Asociación de Descendientes del Exilio ha reunido más de 1.000 firmas contra el Diccionario



Algunos integrantes de la Plataforma se han adherido a las firmas que recoge desde el pasado lunes la Asociación de Descendientes del Exilio español para exigir la “denegación de nuevas ayudas y que la Real Academia de la Historia retire esas biografías y otras que pudieran incurrir en la falsificación histórica”.



Las firmas recibidas por correo electrónico ya alcanzan el millar, según ha avanzado Ludivina García Arias, presidenta de la Asociación, razón por la cual están valorando ampliar el plazo de recepción que terminaba este miércoles.



Entre los signatarios figuran numerosos profesores de historia, según ha relatado García, entre ellos, el hispanista Gabriel Jackson y el historiador Enrique Moradiellos.



La semana pasada, Público reveló algunas de las entradas más polémicas del nuevo diccionario de la Real Academia de la Historia.



http://www.publico.es/culturas/379605/aumenta-la-indignacion-de-las-victimas-ante-el-diccionario

No es casualidad


Emilio Sales Almazán. Foro por la Memoria de Toledo, - 2 Junio 2011 ¿Realmente estamos en una democracia, sabemos el significado de lo que es considerarse ciudadano?









Todo tiene su “lógica”, nada es casual en este país donde el franquismo sociológico impregna todo. ¿Realmente estamos en una democracia, sabemos el significado de lo que es considerarse ciudadano? Ejemplos hay a cientos, uno al azar. Tiene importancia la corrupción para reprobar a aquellos que utilizan sus prerrogativas para enriquecerse, sinceramente NO. Hace años estuvo en primera línea del debate la actuación del director general de la benemérita, Luis Roldán. Argumenté, por activa y por pasiva, que lo grave no era la actuación de este personaje, lo peligroso era todos los roldanes que en potencia había (y hay) y que solo necesitaban tener la posibilidad para hacer lo mismo. Y así podríamos enumerar decenas de acciones execrables que pasan de puntillas en nuestra sociedad.



Así que estoy convencido de que nada es casual. Si Martín Pallín asegura que “De la Vega quiso acabar con las garzonadas”, nada me extraña. Que Jáuregui alimenta la ignominia sobre el destino del Valle de los Caídos, perpetuando la presencia de los monjes, asegurando que la cruz (la amenazante cruz de Espartaco) no se desmantelará, etc. no es nada raro. ¿Quiénes fueron los principales gestores de la nefasta ley de la memoria?, solo falta bucear en la historia más reciente. De ahí a la publicación del diccionario biográfico español hay un mínimo paso.



Anoche vi las declaraciones del historiador Luis Suárez, autor del homenaje a Franco, en este diccionario. ¿Qué pensé después de oír su disertación? ASCO. ¿Qué pensé sobre la actuación de la Real Academia de la Historia? UNA PROLONGACIÓN DEL VALLE DE LOS CAÍDOS.



Y solo hace falta ver las biografías de las personas que han estado en la gestación y, por que no, en la presentación de los volúmenes que componen esta obra.



Por orden jerárquico vemos en la mesa presidencial al jefe del estado, su majestad Juan Carlos, flanqueado por su señora esposa, la ministra de cultura y el presidente de la academia. Del monarca nada más se puede añadir, en alguna ocasión ya se manifestó la negativa que en su presencia se hablara más de su predecesor, nada mejor que no morder la mano que tanto te ha dado y tan buena vida te ha regalado.



Sobre la ministra poco se puede decir en este tema, a no ser su responsabilidad como representante del gobierno, pero sobre el director de la academia es importante hacer algunas precisiones que he leído en la prensa. El Sr. Gonzalo Anes apoyó durante el gobierno de Aznar la concesión de subvenciones a la fundación Francisco Franco en 2002.



El autor de la entrada sobre el dictador y asesino jefe del estado tiene vínculos con esa fundación, es más, ha sido el único investigador que ha tenido acceso a los archivos y documentos de esa fundación. Además de ser autor de un amplio trabajo sobre Franco (8 volúmenes) que tituló “Alzamiento o cruzada”. Solo desde la más auténtica defensa del franquismo, como abogado defensor del fascismo o propagandista del régimen se puede comprender frases tan canallas como “Montó un régimen autoritario, pero no totalitario, ya que las fuerzas políticas que le apoyaban, falange, tradicionalismo y derecha, quedaron unificadas en un movimiento y sometidas al estado”. Según comentó en la entrevista televisiva a Franco no se le podía definir como dictador por que él no se consideraba así. Toma ya objetividad, toma ya análisis ecuánime. El señor Suárez es miembro del Opus Dei y preside la Hermandad del Valle de los Caídos, ¿casualidad?



La entrada sobre Juan Negrín también pasará a la historia universal de la infamia. Según este individuo “Azaña se vio anulado por la iniciativa revolucionaria de las sindicales obreras armadas, pero se le mantuvo en el poder para que llenase, de cara a Europa, la imagen de un republicanismo democrático… Su situación se agravó durante el Gobierno, prácticamente dictatorial, del socialista Negrín, en colación con los comunistas”. ¿Cuántos años hemos oído esa misma monserga franquista achacando todos los males a la República, a los comunistas, al complot judeomasónico? Claro que el toledano (vaya desgracia de paisanaje) Carlos Seco Serrano, autor de la entrada sobre Negrín, es un defensor de las líneas de ¿investigación? que desarrolla el infausto Pío Moa.



No se trata solamente de una diferencia de apreciación sobre el significado político de estos u otros personajes, algo que podría llevar a algunos a escudarse en la libertad de cátedra. Se trata en primer lugar de una colosal falta de profesionalidad, de rigor científico, de obligado respeto al estado de la cuestión, es decir, a lo que la comunidad científica ha logrado establecer como conocido y aceptado mientras no se demuestre lo contrario. El propio Franco autodenominó como <> su propio Régimen, los preámbulos de las Leyes que establecieron la represión y los crímenes de la dictadura recogen ese término como definitorio, es por ello que ocultar tales hechos y disfrazarlos es algo rayano en la continuación cómplice de aquellos crímenes. Los nombres de quienes desde el oropel de la Academia han prostituido el conocimiento, burlado la confianza que la sociedad ha puesto en ellos y justificado crímenes y criminales ya están entre los infames, podrán o no, se resistirán o no a dejar de manchar con su presencia la Academia, pero ya todos sabemos que científicamente esta obra no vale nada y que la Academia ha sido incapaz de asegurar la validez de sus producciones. Un triste colofón a su vida de pretendidos hombres de ciencia y letras.



Como escribe Julián Casanova “resulta difícil imaginar que los historiadores universitarios alemanes aceptaran como argumentos válidos una apología de Hitler. O que la Academia Británica pidiera a un negacionista el análisis del Holocausto. En España, sin embargo, la Real Academia de la Historia encarga la voz dedicada a Franco a su académico Luis Suárez Fernández, un historiador medievalista vinculado a la Fundación Francisco Franco, que tiene como fin, según se lee en su página web, “difundir el conocimiento de la figura de Francisco Franco en sus dimensiones humanas, política y militar, así como los logros y realizaciones llevadas a cabo por su régimen”. Sería bueno que entre sus logros, incluyeran los miles de asesinados, los miles de perseguidos, encarcelados, torturados, exiliados, desterrados, etc. El haber conseguido el retroceso de decenios de nuestro país, haber acabado con la ilusión de libertad de nuestro pueblo, de tejer una tela de araña de favoritismo, corrupción y clientelismo que benefició a su familia, a sus adeptos y que, aun hoy, es un cáncer de nuestra sociedad.



En definitiva si queremos llegar a tener una democracia plena (digo plena, no real) solo extirpando el tumor del franquismo de nuestra sociedad, de nuestras instituciones, de nuestra vida cotidiana, lo podremos conseguir. Si mantenemos los símbolos en nuestras calles, plazas, etc. solo será una democracia vigilada por los descendientes de la dictadura que aun están en la vida pública y privada de la sociedad, mantendremos a una casta que se ha reproducido sin que se haya limpiado convenientemente.







Emilio Sales Almazán



Foro por la Memoria de Toledo



http://foromemoriatoledo.blogspot.com/







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Franco, dictador: ¿juicio de valor?


Eduardo Montagut Contreras, 31 May 2011 - 2 Junio 2011 ¿Conoce Luis Suárez Fernández como llegó al poder Franco entre el verano y otoño de 1936?









En la entrevista realizada a Luis Suárez Fernández por el diario “Público” en relación a su “entrada” sobre Franco en el Diccionario de la Academia de la Historia, el historiador medievalista expresa que el término dictador “no se empleó entonces y un historiador no lo puede emplear, porque sería un juicio de valor”. Sin entrar sobre si se usó o no en su tiempo, sí desearía hacer un comentario sobre si es o no un juicio de valor calificar a Franco como dictador.



Comenzamos por la definición de dictador acudiendo a lo que la RAE establece, obviando, lógicamente la acepción referida a la institución romana clásica. Dice nuestro Diccionariode la Real Academia, que dictador “es el que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica”. Otra acepción sería la “de persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás”.



Pues bien, ¿conoce Luis Suárez Fernández como llegó al poder Franco entre el verano y otoño de 1936 en el bando sublevado y luego siguió ejerciéndolo, con algunas modificaciones legales, hasta su muerte, con el paréntesis de su operación quirúrgica de 1974?



Recordemos un poco los hechos para los desmemoriados, aunque suponemos que un académico de la Historia no sufre de este mal que aqueja a tantos y tantos españoles en la actualidad.



El 21 de septiembre de 1936 la Junta de Defensa Nacional, reunida en Burgos, concedió a Franco el mando supremo de los tres ejércitos. Unos días después, dicha Junta le hizo jefe de gobierno, aunque terminó apareciendo con el título de jefe del estado en el Boletín Oficial del día 29 de septiembre. Esta designación entró en vigor el primero de octubre, fecha siempre recordada por el franquismo. Así pues, por un lado hay recibimiento de poder y, por otro se arroga el mismo, con esa modificación en el Boletín. Como vemos, parece que cumple la primera condición para ser considerado como dictador y por partida doble, es decir, porque se dieron las dos alternativas presentadas.



Después, la legislación del régimen le fue concediendo todo tipo de poderes y prerrogativas sin límite alguno. El propio Franco consideraba que solamente era responsable ante Dios y la Historia no como cualquier gobernante de sistemas democráticos que es responsable ante los ciudadanos, ya sea directa o indirectamente, a través de las instituciones representativas. Franco no tenía responsabilidad política ni penal. Su expresión más conocida por todos los españoles hasta bien entrada la democracia estaba en las monedas: “Caudillo de España por la gracia de Dios”. Pero regresemos a la legislación generada desde la época de la guerra hasta los años sesenta para comprobar qué tipo de poderes y prerrogativas tuvo y acumuló Francisco Franco.



El Decreto de Unificación de 1937 que creó la FET y de las JONS establece que los órganos rectores de la misma serían el jefe del estado, una junta política y el consejo nacional. Franco se convierte en su jefe indiscutible e incontestable. El artículo 47 de los primeros estatutos (agosto de 1937) dice lo siguiente:



“El Jefe Nacional de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, Supremo Caudillo del Movimiento, personifica todos los Valores y todos los Honores del mismo. Como Autor de la Era Histórica donde España adquiere las posibilidades de realizar su destino y con él los anhelos del Movimiento, el Jefe asume, en su entera plenitud, la más absoluta autoridad. El Jefe responde ante Dios y ante la Historia.”



La Ley Constitutiva de las Cortes del año 1942 y con rango de Ley Fundamental creaba un órgano legislativo que queda subordinado a su poder sin establecerse, bajo ningún concepto, el principio de división de poderes, pilar fundamental de un sistema democrático. Esta Ley no tocaba los poderes legislativos que Franco ya se había concedido a sí mismo por dos leyes previas, una de 30 de enero de 1938 y otra de 8 de agosto de 1939, y que nunca se derogaron mientras duró el régimen. En la Ley de 1942 los proyectos de ley aprobados por las Cortes siempre serían “sometidos a la aprobación del jefe del estado”, que podía devolverlos para un nuevo estudio. La Ley Orgánica de 1966 estableció una ligera variación, al imponer un mes de plazo para que las leyes fueran promulgadas por Franco pero no tocó su prerrogativa de devolver los proyectos para que fueran, de nuevo, discutidos. Las Cortes se convirtieron en una especie de cámara de acompañamiento del jefe del estado, sin iniciativa legal ni función controladora del ejecutivo.



La Ley de Referéndum, otra de las Leyes Fundamentales del régimen, fue dictada por Franco en el año 1945. Establecía que el jefe del estado tendría la potestad de someter a consulta popular determinadas leyes trascendentales. Dejaba a criterio del jefe del estado la calificación de la trascendencia o importancia de las leyes susceptibles de ser sometidas a consultar popular.



Dos años después, se promulgó la Ley de Sucesión, sometida a referéndum. Es importante esta ley porque es la primera que establece de una forma clara que Franco ocupaba la jefatura del estado. Además, Franco se reservaba la facultad de designar la persona que debía ocupar el trono, como su sucesor a título de rey o de regente, ya que la Ley establecía que España era un reino.



La Ley Orgánica del Estado fue presentada por Franco a las Cortes y aprobada en el año 1966 por aclamación de los procuradores. Esta fue la segunda Ley fundamental sometida a referéndum. Esta Ley reformaba algunos aspectos de las Leyes anteriores. Se separó la Jefatura del Estado de la del Gobierno, aunque hubo que esperar hasta los años setenta para que esta posibilidad se materializara con el nombramiento de Carrero Blanco como presidente del gobierno. Pero el poder del jefe del estado se mantuvo intacto.



¿Era, pues, Franco un dictador?



Nos queda la segunda acepción del Diccionario de la RAE, la relativa al abuso de autoridad y al trato duro hacia los demás. En otro lugar de la entrevista califica al régimen de duro (¿es esto un juicio de valor?); para otros, quizás para los encarcelados, torturados, fusilados, depurados, exiliados, y sus familiares fue algo más que duro. A lo mejor, la legislación generada para la persecución de los contrarios políticos, los consejos de guerra sumarísimos, la incautación de bienes y documentos a instituciones oficiales, partidos, sindicatos y particulares, el carácter retroactivo de los delitos, el carácter político de los tribunales de justicia, la promulgación sin control alguno de estados de excepción, el cierre de universidades, la detención y “reeducación” de vagos, maleantes y homosexuales, etc no son, según su opinión, abusos de poder ni formas de tratar duramente a los demás.



Insisto, ¿es un juicio de valor definir a Franco como dictador?



¿No estaremos asistiendo a la consagración de uno de los deseos de Franco de ser solamente responsable ante Dios y ante la Historia? Como no podemos saber lo que Dios opina al respecto, ya ha conseguido, al menos, unos treinta y cinco años después de morirse, que la institución que, teóricamente, representa la Historia de España, le absuelva. Genial.



http://lacomunidad.elpais.com/memoria-historica/2011/5/31/franco-dictador-juicio-valor-

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El Foro por la Memoria de Toledo avisa del peligro de los datos del Mapa de Fosas

La Tribuna de Talavera, 01/06/2011 - 2 Junio 2011 Considera «delicado» publicar la localización de las fosas









El colectivo valora la nueva web del Gobierno como «una maniobra de propaganda» política para «tapar la boca» a los colectivos.



La nueva web que ha estrenado el Gobierno sobre memoria histórica no ha cumplido aún un mes, pero ya ha despertado ciertas críticas al incluir un mapa de fosas con un localizador de las mismas. El Foro por la Memoria de Toledo es uno de los colectivos que se ha animado a denunciar el «poco sentido» de una web genérica que responde a la «propaganda política» y se ha puesto en marcha en la red para «taparle la boca a las asociaciones y a la gente que se preocupa por estos temas», opina Emilio Sales, presidente del colectivo.



Aunque a primera vista parece que la iniciativa se ha fraguado en los últimos meses, lo cierto es que muchas asociaciones llevan años trabajando en la localización de fosas comunes en distintas provincias y han mantenido conversaciones con distintos políticos para plantear sus propuestas, sus miedos y dudas. En este sentido, Sales reconoce que el Foro por la Memoria planteó hace más de dos años la posibilidad de ofrecer información sobre las fosas comunes ya exhumadas, pero considera «un peligro» que esta web aporte datos de otros enterramientos dispersos por la provincia de Toledo y por otros tantos lugares de España que no están «vigilados ni controlados».



Sales insiste en los riesgos porque cualquiera puede acercarse hasta una de estas fosas comunes y profanarla o causar desperfectos, ya que entiende que los únicos enterramientos que se encuentran a salvo suelen ser las fosas comunes de los cementerios porque al encontrarse en un recinto resulta más complicado que sufran cualquier «atropello».



El Foro por la Memoria no encuentra inconveniente en ofrecer distintos apuntes sobre las fosas exhumadas de Alcañizo, aunque en la segunda de ellas no encontraron restos mortales, de Calzada de Oropesa y de Menasalbas, pero entiende que es necesario avanzar con cierta prudencia en las que se localizan en los términos municipales de Parrillas o Navalcán, entre otras.



Por otra parte, el Foro por la Memoria tampoco entiende el objetivo de este mapa de fosas que ha publicitado el PSOE hace tres semanas, puesto que exhumar la mayor parte de ellas resulta imposible. Por tanto, Sales propone dignificar y proteger todos aquellos enterramientos comunes localizados en los cementerios. Además, pone de ejemplo el proyecto abordado recientemente en el ‘Patio 42’, una fosa común con más de 700 cadáveres de represaliados civiles y militares de la represión franquista, puesto que ha dejado de ser un pedazo de tierra abandonada para mostrar una nueva cara y ofrecer un homenaje a todos los que perdieron la vida.



Respecto a las exhumaciones, el Foro de la Memoria es consciente de la situación económica y opina que éste puede ser el último año que el Gobierno conceda subvenciones a los colectivos que rescatan la memoria histórica. Y Sales opina que si el Partido Popular gana las elecciones generales el próximo año «las perspectivas serán poco halagüeñas». Además, refuerza su postura tras el episodio ocurrido en Sevilla, el anuncio del Partido Popular de retirar el nombre de Pilar Bardem de una de las calles de la ciudad en cuanto se inicie la nueva legislatura.



concentración. El Foro por la Memoria de Toledo continuará asistiendo a la protesta que se celebra cada dos meses por distintas ciudades para pedir ‘verdad, Justicia y reparación’ para las víctimas del franquismo. De momento, no se ha establecido una fecha para la siguiente concentración porque llega la época estival y puede que se suspenda durante este período. Sin embargo, Sales mantiene la importancia de esta movilización y el éxito que despierta en distintas ciudades, como el que cosechó Guadalajara hace unas semanas, ya que la convocatoria prevista en Madrid también se desplazó a esta ciudad para salir a la calle y cientos de persona enarbolaron la protesta.



http://www.latribunadetalavera.es/noticia.cfm/Toledo/20110601/foro/memoria/avisa/peligro/datos/mapa/fosas/C9FB4D3E-D705-B163-000B243CB094DA6A