Continúa la discordia por el monolito puesto por orden de la alcaldesa Rita Barberá en el Cementerio de Valencia. Asociaciones para la recuperación de la memoria histórica exigen su retirada inmediata.
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 15.04.2010
El cementerio de Valencia lleva siendo durante los últimos diez años uno de los principales focos de conflicto entre el PP y la oposición. El gusto de la alcaldesa Rita Barberá por el cemento ha roto las esperanzas de muchas personas por encontrar los restos de sus familiares desaparecidos en la Guerra Civil y el franquismo. La mayoría de ellos octogenarios temen no poder cumplir su deseo de honrar a sus muertos sepultados en distintas fosas clandestinas que sólo en la Comunidad valenciana se cifran en más de 150.
Seis de ellas se encuentran en el camposanto de la capital del Turia, un cementerio al que el PP ha sometido a varias ‘reformas’ que para PSOE e IU han tenido como objetivo borrar del mapa de la memoria cientos de huesos humanos sepultados.
El ex concejal socialista y coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, Matías Alonso, explica en conversación con nuevatribuna.es que Barberá “ha arrasado con todo” y “no solamente con la memoria republicana sino con la memoria de la ciudadanía actual”. Dice esto porque sobre una de las fosas se encuentran también enterradas personas que murieron en los años 80. En total fueron arrasadas un centenar de tumbas y destruidas sus lápidas.
Otra de estas fosas clandestinas ocupa la extensión de un campo de fútbol y sobre ella se puso una losa de hormigón y torres de nichos. Pero fue en una tercera, la que corresponde a la sección 7ª derecha del cementerio donde surgió el escándalo por la pretensión del PP de colocar 1.030 nichos sobre unos terrenos en los que hay muchos republicanos ejecutados. Es ahí precisamente donde se ha situado el monolito de la discordia, un monumento que reza En memoria de todos los que dieron la vida por la España que creían mejor y que aún Barberá se resiste a inaugurar dada la polémica.
Además, la alcaldesa pretendió ‘vender’ esta iniciativa como un acuerdo entre todos los grupos municipales, un acuerdo que el PSOE niega para colocar un monolito que Matías Alonso denuncia como un monumento dedicado “a víctimas y verdugos”.
“Si quieren homenajear al franquismo ya lo tienen con el Panteón y el Rincón Carlista”, mientras que no existe en todo el cementerio un lugar en el que se recuerde a los fusilados republicanos, “no hay ni el más mínimo recordatoria a ellos”, dice el ex concejal socialista que califica de “falta de respeto” y agravio a los familiares de las víctimas estos hechos.
Lo que está pasando en Valencia es similar a lo que ocurre en el resto de comunidades gobernadas por el PP, denuncia Matías Alonso. No se están haciendo los correspondientes mapas de fosas y es el Ministerio de Justicia el que está recabando información a través de los colectivos de la memoria para elaborar el mapa estatal. Las pocas exhumaciones que se han realizado en la Comunidad valenciana han partido de la iniciativa de particulares y de las propias asociaciones que por vía administrativa han conseguido la correspondiente autorización antes de que llegue al juez correspondiente.
En España existen más de dos mil fosas clandestinas. El número de desaparecidos es difícil de calcular, pero algunos informes apuntan a más de 150.000 personas. La situación es “urgente”, subraya el ex concejal, ya que la mayoría de los familiares de las víctimas son muy mayores. “Es un tema de derechos humanos, de desapariciones sin resolver”, insiste.
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 15.04.2010
El cementerio de Valencia lleva siendo durante los últimos diez años uno de los principales focos de conflicto entre el PP y la oposición. El gusto de la alcaldesa Rita Barberá por el cemento ha roto las esperanzas de muchas personas por encontrar los restos de sus familiares desaparecidos en la Guerra Civil y el franquismo. La mayoría de ellos octogenarios temen no poder cumplir su deseo de honrar a sus muertos sepultados en distintas fosas clandestinas que sólo en la Comunidad valenciana se cifran en más de 150.
Seis de ellas se encuentran en el camposanto de la capital del Turia, un cementerio al que el PP ha sometido a varias ‘reformas’ que para PSOE e IU han tenido como objetivo borrar del mapa de la memoria cientos de huesos humanos sepultados.
El ex concejal socialista y coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, Matías Alonso, explica en conversación con nuevatribuna.es que Barberá “ha arrasado con todo” y “no solamente con la memoria republicana sino con la memoria de la ciudadanía actual”. Dice esto porque sobre una de las fosas se encuentran también enterradas personas que murieron en los años 80. En total fueron arrasadas un centenar de tumbas y destruidas sus lápidas.
Otra de estas fosas clandestinas ocupa la extensión de un campo de fútbol y sobre ella se puso una losa de hormigón y torres de nichos. Pero fue en una tercera, la que corresponde a la sección 7ª derecha del cementerio donde surgió el escándalo por la pretensión del PP de colocar 1.030 nichos sobre unos terrenos en los que hay muchos republicanos ejecutados. Es ahí precisamente donde se ha situado el monolito de la discordia, un monumento que reza En memoria de todos los que dieron la vida por la España que creían mejor y que aún Barberá se resiste a inaugurar dada la polémica.
Además, la alcaldesa pretendió ‘vender’ esta iniciativa como un acuerdo entre todos los grupos municipales, un acuerdo que el PSOE niega para colocar un monolito que Matías Alonso denuncia como un monumento dedicado “a víctimas y verdugos”.
“Si quieren homenajear al franquismo ya lo tienen con el Panteón y el Rincón Carlista”, mientras que no existe en todo el cementerio un lugar en el que se recuerde a los fusilados republicanos, “no hay ni el más mínimo recordatoria a ellos”, dice el ex concejal socialista que califica de “falta de respeto” y agravio a los familiares de las víctimas estos hechos.
Lo que está pasando en Valencia es similar a lo que ocurre en el resto de comunidades gobernadas por el PP, denuncia Matías Alonso. No se están haciendo los correspondientes mapas de fosas y es el Ministerio de Justicia el que está recabando información a través de los colectivos de la memoria para elaborar el mapa estatal. Las pocas exhumaciones que se han realizado en la Comunidad valenciana han partido de la iniciativa de particulares y de las propias asociaciones que por vía administrativa han conseguido la correspondiente autorización antes de que llegue al juez correspondiente.
En España existen más de dos mil fosas clandestinas. El número de desaparecidos es difícil de calcular, pero algunos informes apuntan a más de 150.000 personas. La situación es “urgente”, subraya el ex concejal, ya que la mayoría de los familiares de las víctimas son muy mayores. “Es un tema de derechos humanos, de desapariciones sin resolver”, insiste.
Etiquetas: cementerio de valencia, fosas comunes
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio