HUESCA.- Más de medio centenar de imágenes en blanco y negro forman parte de la exposición "La Bolsa de Bielsa", que reproduce uno de los episodios más trascendentales del final de la contienda española y que el viernes por la tarde fue inaugurada en el Centro de Interpretación, Documentación y Estudios de la Guerra Civil en Robres.
Al acto asistió alrededor de medio centenar de vecinos y algunas autoridades como el presidente de la Comarca de Los Monegros, Manuel Conte, el consejero comarcal de Educación y Cultura, Jesús Brau, y el comisario de la muestra, el periodista y escritor Víctor Pardo. Asimismo, estuvo presente Ramón Hernando, hijo de Antonio Hernando Villacampa, vecino de Robres y combatiente de la 43 División, al que se rindió un homenaje póstumo. En relación a ello, Brau destacó el importante significado de que "todo un pueblo reconozca hoy la labor y lucha de uno de sus hijos". Tras la caída del frente de Aragón en los últimos días de marzo de 1938, las fuerzas del ejército sublevado iniciaron su avance en dirección a Cataluña y por el norte hacia los Pirineos. La 43 División de Infantería, del X Cuerpo de Ejército, compuesta por unos 8.000 efectivos y mandada por Antonio Beltrán «El Esquinazau», quedó aislada de las tropas republicanas en el valle de Bielsa, mientras las fuerzas franquistas, no menos de 15.000 soldados, tomaban Graus y Benabarre en los primeros días de abril.
Beltrán organizó el paso de más de 5.000 civiles por el Pirineo en dirección a Francia, en concreto por el Puerto Viejo de Bielsa, entre el 6 y el 14 de abril. La 43 División, además, frenó hasta mediados de junio la definitiva ocupación del valle. Los pueblos de Plan, San Juan de Plan y Gistaín fueron bombardeados repetidamente por la Legión Cóndor y quedaron completamente arrasados. "El episodio conocido como «La Bolsa de Bielsa» constituye un ejemplo de estrategia en un complejo proceso de evacuación de civiles, además de símbolo de la resistencia de las gentes de un valle pirenaico en condiciones extremadamente difíciles", apuntó Pardo. En su opinión, estas imágenes constituyen uno de los episodios más trascendentales y amargos de la etapa final de la Guerra Civil española, especialmente, para aquellos que se vieron abocados a un absoluto desarraigo al dejar atrás, quizás de forma definitiva, sus viviendas, sus amigos y sus vidas".
Las imágenes seleccionadas del conjunto de la muestra "La Bolsa de Bielsa", producida por la Diputación Provincial de Huesca, retratan la llegada de las tropas republicanas a la zona pirenaica, el paso por la frontera y la llegada de combatientes y civiles a Francia, "dónde en demasiadas ocasiones encontraron un trato hostil e inmerecido", señaló Pardo. Así ocurrió en el caso de Antonio Hernando Villacampa, vecino de Robres, que desde su juventud formó parte del Partido Comunista y tras el estadillo de la guerra, se alistó a los 17 años en la 43 División de Infantería y fue comisario político en el Estado Mayor de la 130 Brigada. Al igual que miles de combatientes, tuvo que exiliarse a Francia y formó parte del dramático episodio de la Bolsa de Bielsa. No obstante y de ello, "siempre se sintió orgulloso", volvió para luchar en la Batalla del Ebro, se integró en la 27 división del Ejército Popular Republicano, y hasta el último momento, "tuvo la convicción de que no resultarían vencidos", apuntó su hijo, Ramón Hernando. Este espíritu luchador le acompañaría el resto de su vida, ya que, a pesar de las dificultades, fue capaz de resistir las precarias condiciones de vida de los campos de concentración franceses y, una vez estallada la II Guerra Mundial, logró escapar de las compañías de trabajo formadas al servicio del ejército francés, según explica Hernando. Además, organizó en el sur de Francia la fundación de la JSU (Juventud Socialista Unificada) y su posterior entrada en combate contra el nazismo", señaló su hijo.
Al finalizar la II Guerra Mundial y hasta su muerte, en el año 1992, luchó por el reconocimiento y los derechos de los combatientes y civiles españoles en territorio francés y alemán. De hecho, fue durante 20 años el presidente de la Amical de los Antiguos Guerrilleros Españoles en Francia. La semblanza de Antonio Hernando sirvió para añadir a la muestra, que estará abierta hasta el 18 de julio, "el matiz de la vivencia y el ejemplo de la lucha desarrollada por miles de hombres convencidos de la importancia de devolver la democracia a España", apuntó Pardo.
Al acto asistió alrededor de medio centenar de vecinos y algunas autoridades como el presidente de la Comarca de Los Monegros, Manuel Conte, el consejero comarcal de Educación y Cultura, Jesús Brau, y el comisario de la muestra, el periodista y escritor Víctor Pardo. Asimismo, estuvo presente Ramón Hernando, hijo de Antonio Hernando Villacampa, vecino de Robres y combatiente de la 43 División, al que se rindió un homenaje póstumo. En relación a ello, Brau destacó el importante significado de que "todo un pueblo reconozca hoy la labor y lucha de uno de sus hijos". Tras la caída del frente de Aragón en los últimos días de marzo de 1938, las fuerzas del ejército sublevado iniciaron su avance en dirección a Cataluña y por el norte hacia los Pirineos. La 43 División de Infantería, del X Cuerpo de Ejército, compuesta por unos 8.000 efectivos y mandada por Antonio Beltrán «El Esquinazau», quedó aislada de las tropas republicanas en el valle de Bielsa, mientras las fuerzas franquistas, no menos de 15.000 soldados, tomaban Graus y Benabarre en los primeros días de abril.
Beltrán organizó el paso de más de 5.000 civiles por el Pirineo en dirección a Francia, en concreto por el Puerto Viejo de Bielsa, entre el 6 y el 14 de abril. La 43 División, además, frenó hasta mediados de junio la definitiva ocupación del valle. Los pueblos de Plan, San Juan de Plan y Gistaín fueron bombardeados repetidamente por la Legión Cóndor y quedaron completamente arrasados. "El episodio conocido como «La Bolsa de Bielsa» constituye un ejemplo de estrategia en un complejo proceso de evacuación de civiles, además de símbolo de la resistencia de las gentes de un valle pirenaico en condiciones extremadamente difíciles", apuntó Pardo. En su opinión, estas imágenes constituyen uno de los episodios más trascendentales y amargos de la etapa final de la Guerra Civil española, especialmente, para aquellos que se vieron abocados a un absoluto desarraigo al dejar atrás, quizás de forma definitiva, sus viviendas, sus amigos y sus vidas".
Las imágenes seleccionadas del conjunto de la muestra "La Bolsa de Bielsa", producida por la Diputación Provincial de Huesca, retratan la llegada de las tropas republicanas a la zona pirenaica, el paso por la frontera y la llegada de combatientes y civiles a Francia, "dónde en demasiadas ocasiones encontraron un trato hostil e inmerecido", señaló Pardo. Así ocurrió en el caso de Antonio Hernando Villacampa, vecino de Robres, que desde su juventud formó parte del Partido Comunista y tras el estadillo de la guerra, se alistó a los 17 años en la 43 División de Infantería y fue comisario político en el Estado Mayor de la 130 Brigada. Al igual que miles de combatientes, tuvo que exiliarse a Francia y formó parte del dramático episodio de la Bolsa de Bielsa. No obstante y de ello, "siempre se sintió orgulloso", volvió para luchar en la Batalla del Ebro, se integró en la 27 división del Ejército Popular Republicano, y hasta el último momento, "tuvo la convicción de que no resultarían vencidos", apuntó su hijo, Ramón Hernando. Este espíritu luchador le acompañaría el resto de su vida, ya que, a pesar de las dificultades, fue capaz de resistir las precarias condiciones de vida de los campos de concentración franceses y, una vez estallada la II Guerra Mundial, logró escapar de las compañías de trabajo formadas al servicio del ejército francés, según explica Hernando. Además, organizó en el sur de Francia la fundación de la JSU (Juventud Socialista Unificada) y su posterior entrada en combate contra el nazismo", señaló su hijo.
Al finalizar la II Guerra Mundial y hasta su muerte, en el año 1992, luchó por el reconocimiento y los derechos de los combatientes y civiles españoles en territorio francés y alemán. De hecho, fue durante 20 años el presidente de la Amical de los Antiguos Guerrilleros Españoles en Francia. La semblanza de Antonio Hernando sirvió para añadir a la muestra, que estará abierta hasta el 18 de julio, "el matiz de la vivencia y el ejemplo de la lucha desarrollada por miles de hombres convencidos de la importancia de devolver la democracia a España", apuntó Pardo.
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