GALICIA CAMBIO DE NOMBRE AL HOSPITAL CON NOMBRE FRANQUISTA JUAN CANALEJO

Jueves, 10/7/2008, 15:25 h
Galicia
Sanidade ultima el cambio del nombre franquista del hospital Juan Canalejo
La conselleira propondrá al Gobierno la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica
PAOLA OBELLEIRO - A Coruña - 10/07/2008


La Xunta ultima el expediente para rebautizar el hospital de A Coruña, que dejará de llamarse Juan Canalejo. Este coruñés, lejos de tener vinculación alguna con la medicina, era un teniente de Intendencia, activo mando de la Falange en Galicia en los tumultuosos meses previos a la sublevación militar que originó la Guerra Civil.
Siete meses después de la entrada en vigor de la Ley de la Memoria Histórica que obliga a eliminar toda "exaltación" en centros públicos a los golpistas de 1936, la Guerra Civil y la represión de la dictadura, la Consellería de Sanidade, dirigida por el PSOE, se ha decidido finalmente a cumplirla con uno de los mayores exponentes de la extensa simbología del franquismo que prolifera en la capital coruñesa. Canalejo, pese a ser un personaje socialmente poco conocido, también da nombre a una céntrica calle de la ciudad.
La conselleira María José Rubio pretende llevar este mes ante el Consello de la Xunta el decreto por el que se cambiará la denominación del centro sanitario. Pasará a llamarse, sin más, Complexo Hospitalario Universitario da Coruña. Es la única institución sanitaria en Galicia que no fue rebautizada a principios de los años 80, cuando la sanidad dependía del Insalud estatal. Una circular del primer Gobierno de Felipe González invitó a los directivos de hospitales a cambiar las denominaciones impuestas por la dictadura. En Madrid y Barcelona, las entonces ciudades sanitarias Francisco Franco pasaron a ser Gregorio Marañón y Vall d' Hebrón. En Galicia, los hermanos Pedrosa, dirigentes franquistas, dejaron de dar nombre al hospital de Lugo, y el de Vigo se convirtió en Xeral Cíes tras borrar la denominación del almirante Vierna, comandante del sublevado crucero Baleares.
En A Coruña, también se consideró rebautizar el complejo asociándolo al nombre del barrio donde se asienta, As Xubias, o dándole incluso el de Doctor Castelao (que era médico, aunque apenas ejerció). Pero la iniciativa no llegó entonces a prosperar. Francisco Cerviño, gerente del hospital coruñés en aquel momento y hoy diputado autonómico del PSOE, admite que fue "probablemente un error" no haberlo rebautizado en aquella época.
La Consellería de Sanidade se resistió hasta el momento, con continuos aplazamientos, a un cambio al que está obligada por ley. En reiteradas ocasiones, la última el pasado abril, la Xunta se escudó en el supuesto daño que se podría ocasionar al prestigio del hospital coruñés, un referente reconocido en España e incluso en el ámbito internacional. Un argumento que también blandía con insistencia el Gobierno gallego durante los mandatos de Manuel Fraga.
La Ley de la Memoria Histórica, desde el inicio de su tramitación el año pasado, reactivó el debate, con más intensidad que nunca. Bajo el lema de Juan Canalejo no era un cardiólogo, inscrita sobre un retrato del falangista con camisa azul y las siglas de la JONS, la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica de A Coruña lanzó una campaña de recogida de firmas a la vez que envió a la Xunta una petición formal para el cambio de nombre. Fue así como se enteraron de quién era Canalejo muchos ciudadanos e incluso gran parte del personal del complejo hospitalario. El cambio no plantea grandes trastornos ni dificultades técnicas aunque llevará su tiempo eliminar el nombre del dirigente falangista de todos los rótulos, papelería y mobiliario del hospital. Una medida que presionará al Ayuntamiento de la ciudad a agilizar su promesa de rebautizar la treintena de calles que exaltan a promotores de la sublevación de 1936 y la dictadura de Franco o a retirar la estatua de Millán Astray.
La Consellería de Educación también tiene pendiente el cambio de nombre de 11 centros educativos, entre ellos el colegio Francisco Franco, en Beariz (Ourense) y el colegio Carmen Polo de Ferrol.
Conspirador y mártir
Juan Canalejo Castells fue, para el Gobierno de la Républica, un activo y violento conspirador falangista. Para el régimen franquista, un mártir cuya memoria convenía honrar dándole su nombre al hospital de la ciudad, así como a la céntrica calle en la que sus padres tenían una panadería. Teniente de Intendencia, Canalejo se acogió a la ley de Azaña que permitía a los mandos militares contrarios a la República retirarse del Ejército. Comenzó entonces, con su nombramiento en 1934 como jefe territorial en Galicia de las JONS, una activa carrera política, centrada en acciones violentas para desestabilizar el Gobierno republicano.
Un año después, tras la refundación de la Falange, este amigo personal de José Antonio Primo de Rivera fue ascendido a jefe provincial en A Coruña. A Canalejo, que organizó un campo de entrenamiento de pistoleros en la playa de Bastiagueiro, se le atribuyen ataques violentos en manifestaciones, asaltos a sedes sindicales y palizas a militantes de la izquierda. El ex militar se libró de la cárcel cuando la cúpula de la Falange fue detenida en abril de 1936, pero fue finalmente apresado dos meses después en Madrid. En noviembre de ese mismo año, ya en plena Guerra Civil, Canalejo fue ejecutado y enterrado en Paracuellos del Jarama (Madrid).

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