Extremadura. Valverde del Fresno aparecen cadáveres de represaliados por el franquismo.

Los vecinos de Valverde del Fresno (Cáceres) volvieron a aparecer ayer sobresaltados. El camino de ovejas y cabras donde han aparecido más de 25 cadáveres tras ser arrojados por el Ayuntamiento, utilizando para ello dos furgonetas después levantar buena parte de las fosas del cementerio municipal, resulta que no es la única zona donde fueron arrojados. También se aprovechó el dinero del “Plan E” para rellenar otra escombrera, a su vez a la salida del pueblo, a la entrada de una finca privada.

Otra vez fueron varios vecinos los que descubrieron los restos, en esta ocasión de forma causal, junto a la carretera comarcal que une este pueblo, de apenas 2.500 habitantes, con Eljas, un camino que es aprovechado por los lugareños para dar grandes paseos al atardecer. El macabro lugar, aunque de menos dimensiones, junto a una verja de acceso a la parcela, también contiene cráneos, huesos, crucifijos, lápidas, dentaduras, ropa o lápidas rotas.
Como ocurrió con la anterior calleja donde fueron arrojados, el Ayuntamiento, que preside la socialista Ana Isabel Pérez, hermana de la consejera de Educación de la Junta de Extremadura, Eva Pérez, también se ha afanado en intentar borrar las huellas después de destapada la infamia, cuestión que tampoco han podido conseguir del todo porque al amontonarse tanto cadáver y lápidas revueltas es casi imposible no dejar alguna marca que atestigüe el macabro suceso: ayer también volvieron a aparecer, aunque en menor número mandíbulas, varios huesos rotos o cráneos, todo ello bajo un manto de polvo grisáceo procedente de la tierra de las lápidas, siendo imposible de atestiguar de forma exacta de cuántas tumbas proceden, aunque sin duda en número inferior a la decena.

VISITA DE LA GUARDIA CIVIL

Ante la contundencia de los hechos e imágenes que publicó ayer EL MUNDO- donde se podían ver cráneos rotos, húmeros fémures, un crucifijo o los propios ataúdes volcados sobre el suelo intransitable- la Comandancia de la Guardia Civil de Coria, localidad más importante de la comarca, decidió abrir una investigación del caso, hasta ahora oculto, y envió a varios agentes a la localidad. Su primera visita fue al cementerio municipal para intentar conocer la versión de los hechos de la empresa a la que adjudicó el Ayuntamiento – a través de 55.000 euros aportados por el “Plan E”- las obras de remodelación del cementerio, que curiosamente es la del yerno del teniente de alcalde de la localidad, Santiago Pereira. Los trabajos tenían como fin la instalación de nichos en el lugar donde se encontraban las tumbas, y para ello no se pudo ningún reparro en levantarlas y arrojarlas de forma impune, todas removidas y mezcladas a las afueras del pueblo sin el conocimiento de las familias.
Según una de los vecinas del pueblo, Petra García, propietaria de un taller de bordados, el objetivo real era “hacer negocio con los cadáveres, y encima con los más pobres, aprovechando el terreno de las tumbas que levantaban para construir los nichos, y así aprovechaban el espacio con más altura”,
La Guardia Civil también acudió a la calleja donde apareció la semana pasada el mayor número de fosas, conocido como el Valle de las Huertas, para comprobar “in situ” cómo el Ayuntamiento había echado tierra sobre el asunto, y nunca mejor dicho, limpiando la zona, después de celebrarse el pasado jueves un pleno municipal donde la portavoz del Partido Popular en la localidad, Antonia Parra, preguntó por los hechos y recibió únicamente como respuesta del equipo de gobierno el que no tenían constancia alguna sobre nada extraño que hubiera ocurrido en el cementerio.