El eje central del camposanto se culmina en su parte más alta con un mausoleo erigido en recuerdo de los miles de asesinados por la barbarie franquista; una placa de mármol con el símbolo de la paz, en medio de un hermoso parterre sembrado de flores y cientos de nombres inscritos en papel cebolla, casi ingrávidos, un olivo y una encina símbolos extremeños esperan en una macetita ser plantados, cuatro columnas romanas lo delimitan, y el nicho donde fueron enterrados, ayer 20 de septiembre 2009, los restos óseos exhumados el año pasado de las funestes fosas de las tapias del cementerio por jóvenes voluntarios. Grabado en el mármol: “Estáis en nuestra memoria” y la paloma de la Paz sobrevuela estas palabras.
Más de doscientos familiares de víctimas, amigos venidos de toda España, representantes de las autoridades emeritenses y agrupaciones políticas (salvo la del PP), tres ARMH, (la de Mérida y Comarca, la de Extremadura, la de Nuestra Memoria de Gredos y Toledo, y la de la Memoria Viva), se dieron cita en un acto de altísima dignidad y respeto.
Los restos óseos, en tres cajas fúnebres cubiertas por la bandera tricolor y depositadas en la sala de autopsias, adornada en esta ocasión con fotos y nombres de las víctimas, hacían preámbulo al recorrido por el eje central hacía el mausoleo.
La expectación, a veces rota por el llanto de algún familiar, se podía palpar en el aire de un día soleado; los féretros portados a hombros subieron cuesta arriba. Detrás, un cortejo impresionante de familiares que nombraban a sus víctimas vitoreadas con un ¡ Presente… presente…presente! , sólo eso en medio de un emocionante silencio.
Rodeando el mausoleo los numerosos asistentes, entre ellos personas de más de noventa años de edad acompañadas por sus nietos e hijos, asistieron a los gestos precisos y ágiles de los operarios del cementerio quienes introdujeron, ayudados por los porteadores, las cajas dentro del nicho.
Las melodías de “El canto de los pájaros o El cant dels Ocells” de Pau Casals y de “Al alba” de Luís Eduardo Aute, interpretadas por una joven violinista, surcaban el aire de la mañana, una vez más en medio de un gran silencio.
La representante de la ARMH de Mérida y Comarca, Libertad , acompañada por un niño y varios compañeros, soltaron unas palomas que se entrelazaron en el aire con las notas de la música.
La actriz Teresa del Olmo leyó un comunicado oficial con la emoción a flor de piel; su lectura fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes cuando su clara potente y reivindicativa voz se teñía de sus sentimientos (sufriendo en su propia carne la desaparición de familiares en una fosa común de la provincia de Cáceres).
Después, Ángel Calle , alcalde de la ciudad, hizo un alegato contra la injusticia. Acabó su proclama con el puño en alto, fuertemente aplaudido.
Una vez acabadas las intervenciones oficiales, varios familiares leímos poemas y textos preparados para ese día.
Más fuertes, más tranquilos, aún emocionados, dejamos el mausoleo cubierto de ramos de flores.
Hemos dado un paso,”Ya tienes un sitio pobrecito padre mío”. Nos queda por reclamar Justicia y Reparación, pero hoy sabemos de un sito digno y hermoso donde la Memoria reside.
Un abrazo fraternal y emocionado para los que estuvieron allí, para los que nos apoyaron y que no pudieron venir, para los que solidarios habéis mandado vuestros mensajes y para los que nos habéis aportado vuestra desinteresada imprescindible y comprometida ayuda.
Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos.
Este reportaje está dedicado a mi abuelo Wenceslao Romero de Castilla Lopéz ,en recuerdo de mi padre Vicente, y a todos los que sufrieron la injusta suerte en Mérida.
Más de doscientos familiares de víctimas, amigos venidos de toda España, representantes de las autoridades emeritenses y agrupaciones políticas (salvo la del PP), tres ARMH, (la de Mérida y Comarca, la de Extremadura, la de Nuestra Memoria de Gredos y Toledo, y la de la Memoria Viva), se dieron cita en un acto de altísima dignidad y respeto.
Los restos óseos, en tres cajas fúnebres cubiertas por la bandera tricolor y depositadas en la sala de autopsias, adornada en esta ocasión con fotos y nombres de las víctimas, hacían preámbulo al recorrido por el eje central hacía el mausoleo.
La expectación, a veces rota por el llanto de algún familiar, se podía palpar en el aire de un día soleado; los féretros portados a hombros subieron cuesta arriba. Detrás, un cortejo impresionante de familiares que nombraban a sus víctimas vitoreadas con un ¡ Presente… presente…presente! , sólo eso en medio de un emocionante silencio.
Rodeando el mausoleo los numerosos asistentes, entre ellos personas de más de noventa años de edad acompañadas por sus nietos e hijos, asistieron a los gestos precisos y ágiles de los operarios del cementerio quienes introdujeron, ayudados por los porteadores, las cajas dentro del nicho.
Las melodías de “El canto de los pájaros o El cant dels Ocells” de Pau Casals y de “Al alba” de Luís Eduardo Aute, interpretadas por una joven violinista, surcaban el aire de la mañana, una vez más en medio de un gran silencio.
La representante de la ARMH de Mérida y Comarca, Libertad , acompañada por un niño y varios compañeros, soltaron unas palomas que se entrelazaron en el aire con las notas de la música.
La actriz Teresa del Olmo leyó un comunicado oficial con la emoción a flor de piel; su lectura fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes cuando su clara potente y reivindicativa voz se teñía de sus sentimientos (sufriendo en su propia carne la desaparición de familiares en una fosa común de la provincia de Cáceres).
Después, Ángel Calle , alcalde de la ciudad, hizo un alegato contra la injusticia. Acabó su proclama con el puño en alto, fuertemente aplaudido.
Una vez acabadas las intervenciones oficiales, varios familiares leímos poemas y textos preparados para ese día.
Más fuertes, más tranquilos, aún emocionados, dejamos el mausoleo cubierto de ramos de flores.
Hemos dado un paso,”Ya tienes un sitio pobrecito padre mío”. Nos queda por reclamar Justicia y Reparación, pero hoy sabemos de un sito digno y hermoso donde la Memoria reside.
Un abrazo fraternal y emocionado para los que estuvieron allí, para los que nos apoyaron y que no pudieron venir, para los que solidarios habéis mandado vuestros mensajes y para los que nos habéis aportado vuestra desinteresada imprescindible y comprometida ayuda.
Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos.
Este reportaje está dedicado a mi abuelo Wenceslao Romero de Castilla Lopéz ,en recuerdo de mi padre Vicente, y a todos los que sufrieron la injusta suerte en Mérida.
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