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Lugar: Buenos Aires, Argentina

Dedicado a los luchadores en la guerra civil española y en la postguerra en defensa de un mundo mejor, aquellos que defendieron un gobierno legítimamente constituído. A través de estos tres blog difundiré testimonios que forman parte de nuestra memoria histórica, escritos sobre los derechos humanos en la Argentina , en España, en Latinoamericana, experiencias del exilio y sobre todo aquello en lo que pueda ayudar a través de la palabra escrita en pos de luchar contra el silencio y el olvido que se cierne sobre la sociedad española de hoy. autorizaron a su publicación. Inés García Holgado

lunes, 27 de abril de 2009

ADIOS COMPAÑERO! EN MEMORIA DE JOSE MANUEL MONTORIO


Ha muerto José Manuel Montorio Gonzalvo “Chaval”, guerrillero antifranquista de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA)



Hoy 27 de abril, mes republicano, nos abandona el guerrillero José Manuel Montorio. Su último viaje ha sido desde Borja, ciudad en la que nació el 23 de diciembre de 1921.


El 14 de abril de 1931 presenció la proclamación de la República desde Barcelona, ciudad en la que se había instalado junto a su familia desde 1930


Durante los años de la guerra, siendo un niño camino de la adolescencia, trabajó y ayudo a la familia con su escasa retribución, trabajaba en un despacho de aceites y lubrificantes. Todo ello sin dejar de acudir a la escuela municipal que la Generalitat había abierto en Barcelona



Sus hermanos Máximo y Miguel estuvieron luchando en el frente, el primero en Madrid y el segundo en el Ebro, mientras que José pasaba a formar parte de la plantilla de un taller de vulcanización, llamado Central Neumático, incautado por la CNT, sindicato al que se afilió en aquel entonces y en el que permaneció hasta que Barcelona cayó en poder de los golpistas de Franco.




La quinta de José fue movilizada, presentándose en el centro de reclutamiento el día 24 de enero de 1939, apenas horas antes de que las tropas franquistas entren en Barcelona, llevándole esta situación a tomar el camino de la frontera junto a los miles y miles de mujeres, hombres y niños que tomaban la senda de un exilio cuyo retorno era casi impensable. José vivió esas largas horas en plena actividad, ayudando a los heridos, a las madres que aterradas intentaban proteger a sus hijos del fuego asesino de los cazas franquistas, a los ancianos que apenas tenían fuerzas, ni físicas ni morales, para seguir caminando en esa senda de locura. Nada podía ser cabal y de ello se dio cuenta José cuando vio sus manos llenas de sangre, de los heridos, muchos de ellos niños, víctimas inocentes en el camino de la nada.


A primeros de febrero atravesó la frontera por Prats de Molló. Su primera cárcel fue un campo de fútbol, en el que permaneció hacinado junto a otros huidos, después fue conducido, con cerca de quince mil republicanos más, al campo de concentración de Saint Cyprien. En este campo encontró a su hermano Miguel, junto a quien fue trasladado al campo de Barcarès, en el que permanecieron cerca de cuatro meses, hasta su retorno nuevamente a Saint Cyprien




Salió del campo en 1940 y se enroló en una compañía de trabajadores extranjeros hasta el comienzo de la segunda guerra mundial, en que las tropas hitlerianas invaden Francia


Junto a su hermano huye a pie hasta Port Vendres, detenidos por la policía sonconducidos al campo de concentración de Argelès-sur-Mer y desde allí de nuevo al ya conocido de Saint Cyprien.


En 1941, en uno de los canjes organizados por el gobierno de Vichy fueron entregados al gobierno de Hitler, al campo de Saint Médard~en~Jalles, cerca de Burdeos, destino que daban a los republicanos españoles. Allí estuvieron cerca de diez mil trabajando como forzados o esclavos para la organización nazi TODT, desde cuyas bases organizadas como resistencia realizaban labores de sabotaje que ayudaron a los aliados en el desembarco de Normandía


En los días de la liberación de Francia, con bajas y heridos, nuestros republicanos, entre los que se encontraba José Montorio, consiguen tomar el control de la carretera de Bayona a Burdeos. Los republicanos siempre estuvieron en lugares estratégicamente fundamentales. Combatían el fascismo como si del propio franquismo se tratara, aunque después los aliados no les devolvieran jamás su apoyo solidario para quitar a Franco del poder.


Comienzan a organizarse los grupos de guerrilleros con la intención de entrar en España. A primeros de agosto su grupo es conducido a Toulouse,

donde fueron recibidos por Juan Modesto, Enrique Lister y Francisco Antón; éste último, Secretario de Organización del PCE, en estas fechas.


El grupo de José Montorio cruzó el río Ebro el 23 de diciembre de 1945, por la noche, tan sólo a cinco o seis kilómetros de Zaragoza consiguiendo llegar a la fría sierra de Javalambre en enero de 1946. Entraron en contacto con un grupo guerrillero de los Montes Universales. Este encuentro va a ser su contacto con la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón.


En el mes de agosto de 1946 Los míticos y formidables guerrilleros, ya desaparecidos, entre ellos Florián García Velasco “Grande”, fallecido recientemente, crean la fundación de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón.


José Montorio pertenece a la CNT pero eso no le impide ingresar en el PCE. El guerrillero activo y comprometido estaba unido al grupo por su convicción y su lucha, no por su afiliación política, al menos en los primeros tiempos de la resistencia al franquismo.


José Montorio “Chaval”, Florián García “Grande” y Adelino Pérez “Teo”, los tres fallecidos este mes, son fundamentales en la retirada de los guerrilleros hacia Francia a comienzos de 1952, cuando ya la guerrilla ha tocado a su fin.



José Montorio permaneció en Francia, sin documentación, hasta abril de 1955, fecha en la que el PCE le envía a Praga. Allí comienza a trabajar en el colectivo Ustí como metalúrgico, y en esta tierra de acogida permanecería hasta la muerte del dictador en 1975.


En Praga conoció a una camarada española, Trinidad Sardina Merino, con quien convivió 42 años, hasta que ella falleció de cáncer de pulmón. Vivieron la invasión de Checoslovaquia, condenada por los comunistas españoles que residían en el país.


José, como otros guerrilleros, consiguió su primer pasaporte español en diciembre de 1977, dos años después de la muerte del dictador.


Su condición, perdurable hasta ahora, de estar sometidos a la ley franquista de 1947, de bandidaje y terrorismo, hizo que estos republicanos que habían luchado con las armas en la mano contra el ejército golpista de Franco por la legalidad republicana, fueran considerados, y así lo siguen siendo, como malhechores, bandidos, bandoleros, terroristas y delincuentes. La democracia española les debe verdad, justicia y reparación. La deuda del sistema democrático hacia ellos se está saldando con la ley natural, la de su muerte, sin ver cumplidas sus justas reivindicaciones. La complicidad con la injusticia es un delito de lesa humanidad. Ellos, José, Florián, Teo, y tantos otros guerrilleros ya no lo verán, pero quizás la conciencia colectiva de quienes pudieron hacerlo posible esté y permanezca herida de muerte hasta el final de sus días.


Los guerrilleros que aún sobreviven te saludan en tu último viaje, en nombre de todos ellos ¡Salud compañero!


Dolores Cabra

Secretaria General de AGE

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