SEVILLA MOCION PARA RETIRAR DISTINCIONES DE HIJO ADOPTIVO Y MEDALLA DE LA CIUDAD A EL SANGUINARIO QUEIPO DE LLANO
Moción para solicitar la retirada de las distinciones de Hijo Adoptivo de
Sevilla y la Medalla de la Ciudad de Sevilla
a Gonzalo Queipo de Llano Sierra
El Grupo Municipal de Izquierda Unida Los Verdes - Convocatoria por
Andalucía del Ayuntamiento de Sevilla, al amparo de lo establecido en los
artículos 97.3 y 91.4 del Reglamento de Organización y Funcionamiento de las
Entidades Locales, formulan para su discusión y, en su caso, aprobación en el
Pleno, la siguiente PROPUESTA:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
El articulo Segundo del vigente Reglamento Municipal de Honores y
Distinciones, aprobado en Sesión plenaria el 31 de marzo de 1982, establece
que se podrá conceder la Medalla de la Ciudad para premiar actuación
notoriamente benefactora en interés del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla
o de la ciudad, o para honrar a personalidades físicas o jurídicas que se hayan
destacado brillantemente en servicio de la misma o de cualquiera de las ramas
del saber humano.
Asimismo, el artículo Sexto del Reglamento determina que para premiar
también personales merecimientos o servicios extraordinarios al Excmo.
Ayuntamiento o a la ciudad podrá la Corporación Municipal conceder Títulos de
Hijo Predilecto o Adoptivo de Sevilla. Según los artículos Séptimo y Octavo, el
Excmo. Ayuntamiento podrá conceder estos honores y distinciones por su
propia iniciativa, debiéndose tramitar expediente en el que se acrediten con el
mayor rigor los merecimientos que justifiquen la concesión.
El actual Reglamento hace suyo y respeta las concesiones de título realizadas
con anterioridad a personas e instituciones que fueron merecedoras de dicha
distinción. Entre los galardonados se encuentran hombres y mujeres que dieron
a Sevilla años de esfuerzo dedicación y desvelos. Pero entre los galardonados
se encuentra un criminal de guerra.
Gonzalo Queipo de Llano Sierra, nacido en 1875 en Tordesillas (Valladolid), fue
oficial de Caballería formado en Valladolid, de donde partió una vez concluida
su formación militar hacia las campañas de Cuba y Marruecos. De vuelta en
España participó activamente en todos los intentos de asonada militar que
brotaban en la convulsa década de los treinta en España.
Sería el 17 de julio de 1936 cuando Queipo de Llano comience a presentar sus
credenciales para abanderar el golpe militar contra la legalidad republicana en
la Región Militar Sur, cuando, una vez conocido el alzamiento en territorio
marroquí se desplazó a Sevilla, donde esperaba contar con el apoyo de unos
mil quinientos falangistas para asegurar el derrocamiento de las instituciones
republicanas. Una vez descartada la posibilidad de sublevación apoyada en los
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militantes falangistas, debido al encarcelamiento de la cúpula de Falange en
Sevilla, se traslada al acuartelamiento del Regimiento de Infantería Granada
nº6, situado en las proximidades de la División, donde logra hacerse con el
mando del mismo. Manda capturar la Maestranza de Artillería, privando así de
la posibilidad de entrega de armas a la población civil. Mientras, los vecinos de
Sevilla se aprestan en precario a la defensa de los barrios populares de la
ciudad. Barrios como La Macarena, Triana, San Marcos o San Julián levantan
infinidad de barricadas tras el llamamiento lanzado por Unión Radio Sevilla
para defender la legalidad del gobierno de la Republica.
Fingiéndose leales al gobierno de la Republica, los oficiales del Regimiento de
Artillería III Ligero proveen a los golpistas de medios para hacerse con el
control del centro de la ciudad. Se emplazaron varias piezas en las
proximidades del Gobierno Civil, consiguiéndose la rendición del gobernador y
la toma de la central telefónica, situada en la misma plaza donde se habían
emplazado las piezas de artillería.
La consolidación del gobierno de Queipo de Llano se producirá a partir de la
entrada de los Tropas Regulares y del Tercio, quienes comenzaron a emplear
de manera sistemática detenciones y fusilamientos masivos de militares leales
y civiles. Dicha espiral de represión se sostendría en el tiempo a través del
amparo que brindaba la ilegalidad marcial impuesta por el Bando de Guerra
promulgado por el propio Gonzalo Queipo de Llano, donde el Hijo adoptivo de
Sevilla sancionaba con su habitual “ORDENO Y MANDO” lo siguiente:
“Segundo.- Queda prohibido terminantemente el derecho a huelga. Serán
juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas, los directivos de los
Sindicatos, cuyas organizaciones vayan a la huelga o no se reintegrasen al
trabajo los que se encuentren en tal situación a la hora de entrar el día de
mañana.
Tercero.- Todas las armas serán entregadas en el plazo irreductible de
cuatro horas en los puestos de Guardia de la Guardia Civil mas próximos.
Pasado dicho plazo serán igualmente juzgados en juicio sumarísimo y
pasados por las armas todos los que se encuentren con ellas en su poder o
en su domicilio.
Cuarto.- Serán juzgados en juicio sumarísimo y pasados por las armas los
incendiarios, los que ejecuten atentados por cualquier medio a las vías de
comunicación, vidas, propiedades, y cuantos por cualquier medio perturben
la vida del territorio de esta División.
Así comenzaba a solicitar su condición de hijo adoptivo el General de División
vallisoletano en el primer año triunfal de la cruzada del dictador Francisco
Franco.
Al alcanzar el rango de jefe de operaciones del Sur, Queipo de Llano fue
encargado de organizar las fuerzas de la región andaluza donde aplicó
sistemáticamente la limpieza política con la misma dureza que en los barrios de
nuestra ciudad, sirviéndose para ello de las fuerzas de choque encabezadas
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por requetés, falangistas, Policía Montada y miembros de la Guardia Civil. Su
vocación de servicio al pueblo queda demostrada en sus tristemente célebres
charlas radiofónicas:
“Mañana vamos a tomar Peñaflor. Vayan las mujeres de los rojos
preparando sus mantones de luto. Estamos decididos a aplicar la Ley con
firmeza inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id
preparando sepulturas! Yo os autorizo a matar como a un perro, a
cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hicierais
así, quedareis exentos de toda responsabilidad”.
Así se expresaba quien fuera amortajado como un nazareno de Sevilla.
Queipo de Llano represento al terror con sus despiadadas consignas
radiofónicas, que eran la base de la extensión de la represión y la tortura:
"Nuestros valientes legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes
de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres.
Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han
estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son
hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho
que forcejeen y pataleen”.
Convertido en la practica en un “virrey” de la zona Sur, el General de División
dictaba disposiciones comerciales, exigía gabelas, repartía licencias de
exportación a través de los puertos de Sevilla, Cádiz, Huelva y Algeciras,
obtenía inmensos beneficios de la siembra y cultivo del arroz en las marismas
del Guadalquivir al tiempo que “vendía” a precios simbólicos extensas
propiedades de tierras a todos aquellos terratenientes que engrandecían su
poder y sus arcas personales.
Por todos los meritos expuestos, Gonzalo Queipo de Llano se hizo acreedor de
ser nombrado en 1937 Hermano Mayor Honorario de la Hermandad de la
Macarena, Hermano Mayor Honorario de la Hermandad de San Gonzalo en
1944, Teniente Hermano Mayor Honorario de la Hermandad de la Cena en
1939. Pero antes que cualquier otro titulo, la ciudad ofreció a su hijo más
querido el titulo de Hijo Adoptivo de la ciudad el 9 de febrero de 1937 así como
la Medalla de Oro de la ciudad en 1943.
Desde su muerte en marzo de 1951, sus restos reposan en la Basílica de la
Hermandad de la Macarena, tras ser amortajado de verde terciopelo macareno,
a la entrada de la Basílica que él ayudo a sufragar.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó el 17 de marzo de
2006 una declaración de condena de las graves violaciones de los Derechos
Humanos acontecidas durante el régimen franquista, instando al Comité de
Ministros a la declaración del día 18 de Julio como “Día oficial de condena del
régimen de Franco”. Siguiendo el apartado 91 de la Declaración: “Existen hoy
suficientes pruebas de violaciones numerosas y graves de los Derechos
Humanos, cometidas por el régimen franquista. Asumir el pasado no puede
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limitarse únicamente a retirar los símbolos de la dictadura aún presentes en los
lugares públicos. La evaluación seria del régimen franquista debe desembocar
en una condena sin ambigüedades”. Este proceso de evaluación debe incluir,
en la ciudad de Sevilla, el análisis de los impulsores del golpe militar de 18 de
julio de 1936, y desemboca en una actuación efectiva de condena.
La Convención de Ginebra define los crímenes de guerra como “aquellas
violaciones de las protecciones establecidas en las leyes y las costumbres de
la guerra, integradas por las infracciones graves del Derecho Internacional
Humanitario cometidas en un conflicto armado y por las violaciones al Derecho
Internacional. Se considerarán crímenes de guerra los malos tratos a
prisioneros de guerra y civiles”. Igualmente, el artículo 607 bis.1 del vigente
Código Penal determina que “Son reos de delitos de lesa humanidad quienes
cometan los hechos previstos en el apartado siguiente como parte de un
ataque generalizado o sistemático contra la población civil o contra una parte
de ella.”, siendo que se cometan tales hechos (homicidio, violación, lesiones,
deportación, privación de libertad, etc.), “por razón de la pertenencia de la
víctima a un grupo o colectivo perseguido por motivos políticos, raciales,
nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género u otros motivos
universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho
internacional.”
Por definición, Gonzalo Queipo de Llano, hijo adoptivo de Sevilla y medalla de
oro de la ciudad, es un criminal de guerra.
Así pues, numerosos Ayuntamientos de nuestro país, no solo en el marco del
cumplimiento de la Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia
durante la Guerra Civil y la Dictadura, aprobada por el Congreso de los
Diputados el 31 de octubre de 2007, sino apelando a la restitución del
magullado concepto de justicia, profundizan en acciones que acaben con el
legado de quienes encarnaron la infamia. Ayuntamientos como el de Burjassot
en Valencia, con la única abstención del Partido Popular, que retiró a Gonzalo
Queipo de Llano su condición de hijo adoptivo de la villa de Burjassot.
Localidades como Ubrique, en Cádiz, que revocó toda condición honorable a
los secuaces del general vallisoletano en mayo de 2006 al retirar la condición
de hijo predilecto al auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina, quien
ayudara de manera inestimable a Queipo de Llano a perpetrar sus crímenes.
Sevilla, sin embargo, mantiene la digna condición de sevillano adoptivo a quien
asesinara a los más valientes hijos de nuestra ciudad y obliga a tantos y tantos
hombres y mujeres que buscan paz y piden consuelo y esperanza en la
basílica de la calle Bécquer a compartir existencia con el infame general de
División que allí yace enterrado.
Queipo de Llano comparte honores y sitio en la historia de nuestros galardones
y distinciones municipales con quienes no hicieron otra cosa que amar a
Sevilla, defenderla desde su profesión, su sabiduría, su trabajo o su militancia.
Su nombre aparece junto al de sevillanos nacidos en nuestra ciudad o
adoptados por ella como Monseñor Amigo Vallejo o José Díaz. Ninguno de
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ellos defendió nuestra ciudad promulgando el asesinato o la violación masiva.
Esa es la restitución a la que estamos obligados. A diferenciar entre victimas y
verdugos, a discernir entre hombres valientes y generales indignos.
Por todo ello, el grupo de concejales de Izquierda Unida Los Verdes
Convocatoria por Andalucía propone la adopción de los siguientes
ACUERDOS
PRIMERO.- La retirada de la condición de Hijo Adoptivo de Sevilla a Gonzalo
Queipo de Llano Sierra concedida el 9 de febrero de 1937.
SEGUNDO.- La retirada de la Medalla de Oro de la Ciudad otorgada a Gonzalo
Queipo de Llano Sierra en 1943.
En Sevilla, a 18 de julio de 2008
Antonio Rodrigo Torrijos
Portavoz del Grupo Municipal de
Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía
Etiquetas: complot para matar a franco, ley de memoria historica, mocion para solicitud retirada honores, Queipo de Llano, reclamo cumplimiento ley memoria historica, retiro de distinciones a Queipo de Llano
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