PAULA MARTIN RODRIGO HOMENAJE A TRAVÉS DE ESTAS LINEAS
Homenaje a Paula Martín Rodrigo a través de estas líneas
Ayer falleció, a los 86 años de edad, Paula Martín Rodrigo, una superviviente de la guerra y de la larga postguerra. A los 13 años fue evacuada de Madrid debido a los bombardeos, siendo trasladada a la provincia de Castellón, donde también sufrió, aunque con menos intensidad, los avatares de la guerra.Al finalizar la contienda volvió a Madrid, a reunirse con su padre (su madre había muerto joven, años antes de la guerra, por enfermedad) y sus 5 hermanos y hermanas, sólo para llevarse un golpe mayor, la detención de aquél el otoño del 39, un ferroviario ya maduro, viudo, padre de familia numerosa y sin otras implicaciones que ser afiliado a la UGT, y miembro de la plantilla de la estación de Delicias, la denuncia de un "compañero" de trabajo, (¿Desearía su puesto, querría hacer méritos con los nuevos gobernantes. ..?) le hizo caer en garras del mecanismo de la represión franquista, siendo asesinado en las tapias del cementerio del este, el 27 de noviembre de 1940, tras un consejo de guerraen el que trato infructuosamente que declarara a su favor un sacerdote de su localidad natal (Valdemoro) al que había ayudado a huir de Madrid en el verano de 1936. En sus últimas cartas, Francisco Martín García pedía a sus hijas menores que trataran de "colocarse" en una casa, para no quedar en la indigencia. (Su casa de la corrala de la C/ Sombrerete 17, en el madrileño barró de Lavapiés, fue rápidamente ocupada por un falangista). Al poco tiempo se casó con un excombatiente, de los vencedores, de aquellos que ganaron la guerra, pero ninguna prebenda económica, de hecho al montar una casa de huéspedes en la zona de Guzmán el Bueno, fueron rápidamente clausurados sin duda para no hacer la competencia a alguien con mejores avales... Así se vió empujada a trabajar toda su vida como señora de la limpieza, fregando portales y limpiando casas de gentes más privilegiadas, sacando adelante a 5 hijos, y ya viuda, colaborando a la crianza de sus nietos (que fueron trece) ,para los que siempre tenía una golosina, o un juguete, ganados con el dolor de sus rodillas y el desgaste de sus manos,con sempiterno olor a lejía, y siempre dispuestas a la caricia.
Ayer falleció, a los 86 años de edad, Paula Martín Rodrigo, una superviviente de la guerra y de la larga postguerra. A los 13 años fue evacuada de Madrid debido a los bombardeos, siendo trasladada a la provincia de Castellón, donde también sufrió, aunque con menos intensidad, los avatares de la guerra.Al finalizar la contienda volvió a Madrid, a reunirse con su padre (su madre había muerto joven, años antes de la guerra, por enfermedad) y sus 5 hermanos y hermanas, sólo para llevarse un golpe mayor, la detención de aquél el otoño del 39, un ferroviario ya maduro, viudo, padre de familia numerosa y sin otras implicaciones que ser afiliado a la UGT, y miembro de la plantilla de la estación de Delicias, la denuncia de un "compañero" de trabajo, (¿Desearía su puesto, querría hacer méritos con los nuevos gobernantes. ..?) le hizo caer en garras del mecanismo de la represión franquista, siendo asesinado en las tapias del cementerio del este, el 27 de noviembre de 1940, tras un consejo de guerraen el que trato infructuosamente que declarara a su favor un sacerdote de su localidad natal (Valdemoro) al que había ayudado a huir de Madrid en el verano de 1936. En sus últimas cartas, Francisco Martín García pedía a sus hijas menores que trataran de "colocarse" en una casa, para no quedar en la indigencia. (Su casa de la corrala de la C/ Sombrerete 17, en el madrileño barró de Lavapiés, fue rápidamente ocupada por un falangista). Al poco tiempo se casó con un excombatiente, de los vencedores, de aquellos que ganaron la guerra, pero ninguna prebenda económica, de hecho al montar una casa de huéspedes en la zona de Guzmán el Bueno, fueron rápidamente clausurados sin duda para no hacer la competencia a alguien con mejores avales... Así se vió empujada a trabajar toda su vida como señora de la limpieza, fregando portales y limpiando casas de gentes más privilegiadas, sacando adelante a 5 hijos, y ya viuda, colaborando a la crianza de sus nietos (que fueron trece) ,para los que siempre tenía una golosina, o un juguete, ganados con el dolor de sus rodillas y el desgaste de sus manos,con sempiterno olor a lejía, y siempre dispuestas a la caricia.
Etiquetas: Castellón, madrid, Paula Martín Rodrigo, victimas guerra civil española
1 comentarios:
Mi más amoroso adiós para Paula,una mujer fuerte y valiente.Tu familia siempre te tendrá presente.
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